Nuestras tres águilas.
Lo siento, voy a sonar muy patriotero, pero ni modo: me encanta nuestro escudo nacional. Cuando voy al Zócalo y veo esa bandera monumental, no puedo evitar emocionarme ante el tamaño del águila, cuya posición de perfil crea la ilusión de que en cualquier momento va a levantar el vuelo. Me gusta por poderosa, por brillante, en una palabra, por solar. El escudo nacional es una representación del Sol. Sin embargo, no tenía claro a qué especie pertenece el águila de nuestro escudo, hasta que leí Dos águilas y un sol. Identidad, simbolismo y conquista del Cuauhtli sagrado , de Miguel Ángel González Block . Y me llevé una enorme sorpresa. Yo suponía que en el escudo estaba representada un águila real, que es una de las aves más hermosas que existen. Pues resulta que no. Nuestra águila mexicana, la del escudo y la bandera, es un animal imaginario. Simplemente no existe. Antes de que acudamos a Greenpeace para hacer una campaña con la que salvemos a esta especie imaginaria, veamos lo que no...
Barbara la conquista?
ResponderBorrarPues mi estimado cronista. Esto de eliminar una gesta contradice la cita de Borges.
Me parece un error seguir viviendo en el hecho de descalificar la conquista, mas cuando la hicieron los propios indigenas con colaboracion de un genio como Cortez. El solo colaboro para desoprimir pueblos que eran devorados por una cultura anuestras luces. Pero como juzgar y negar la fundacion de la actual poblacion mestiza por el hecho de haber sucedido a otras razas o pueblos que a su vez hicieron lo mismo con culturas anteriores.
Esa intervencion europea creo una nueva raza y cultura con idioma, religion y que subsiste hasta nuestros dias. Recuerda aquela discusion en Encuentro de Fuentes Mares y Henestrosa queriendo juzgar a Cortes como heroe o villano. La historia hoy lo pone como un catalizador y no podemos seguir viviendo en la negación de lo que ahora somos. Nos guste o no nos guste. No estoy de acuerdo en el termino barbaro y menos defenestrar y que la SEP sea complice de esto es negar la colaboracion que ha hecho la inmigración lo que es el Mexico moderno. Quedarnos en nuestro indigenismo es solo colaborar con La Miterrand, Marcos, Monsivais y Henestrosas que vivieron mucho de un resquemor xenofobico que permitio el avance del liberalismo y ponernos de rodillas ante el destino manifiesto de Poinset. Hoy mismo aberramos de nuestra identidad y rechazamos hasta en el himno nuestro nombre oficial: Estados Unidos Mexicanos y vivimos en el apodo, México que solo es una marca de turismo.roman.quesada@hotmail.com