"Todos nosotros, somos más que vos"
Con esta frase, Porfirio Muñoz Ledo contestó el informe presidencial de Ernesto Zedillo el primero de septiembre de 1997. También con estas palabras terminó una etapa fundamental en la historia de México. A partir de entonces y hasta ahora, el poder político en el país se trasladó de una "presidencia imperial" a un gobierno dividido en el que los legisladores recobraron la influencia que tuvieron desde principios del siglo XIX y hasta los años 30 del siglo XX. También hay que decir que, a partir de 1988 (cuando Miguel de la Madrid rindió su último informe ante el Congreso de la Unión), diputados y senadores comenzaron a crearse una imagen escandalosa, altanera, arrogante, bárbara e irresponsable. Lo que al principio parecía un ejemplo de valor, al interrumpir el informe del presidente en turno, rápidamente se convirtió en una vergüenza nacional. El caso es que el Poder Legislativo se ha vuelto muy importante en México, y por eso hay que conocer aunque sea mínimamente su histo...