Los historiadores y sus páginas web

Hace unas semanas publiqué un post sobre los historiadores que tienen páginas web para promocionar su trabajo académico.
Como señalé en esa ocasión, las páginas web son diferentes al trabajo que hacemos los historiadores blogueros, ya que nosotros publicamos más rápidamente y tenemos una mayor retroalimentación por parte de nuestros ciberlectores.
Sin embargo, las páginas web de los historiadores son un excelente modo de difundir su obra ante un público mucho mayor que el meramente académico. Además de que no están ceñidos a los formatos que nos brindan Blogger o Wordpress.
Son simplemente otra forma de navegar por la web; y como dije en ese post, hay quienes lo hacen bastante bien.
En estos días, Sara Sefchovich, Macario Schettino y Sergio Aguayo me hicieron el favor de responder un breve cuestionario que les envié para saber más sobre sus páginas.

Sara Sefchovich muy amablemente me contestó que no tenía tiempo para responderme, pero le encantaba tener una página.
Macario Schettino me dijo que para él, tener una página web ha sido muy importante, puesto que a través de ella puede dar a conocer su trabajo profesional. Reconoce que no le ha brindado el tiempo necesario para mejorarla, pero así lo hará en cualquier momento.
Schettino recomienda a todos los historiadores e investigadores sociales que compartan sus conocimientos a través de Internet, para producir redes académicas cada vez más solidas.
Hoy me contestó Sergio Aguayo, quien me dijo que su página le ha permitido difundir su obra y dar respuesta a las peticiones de información que constantemente recibe. Los mayores problemas con los que se ha topado al momento de tener una página web son en esencia los mismos que podemos tener los Clíoblogueros: la falta de tiempo y recursos para mejorarla (y eso que su página, como dije antes, es la mejor de las que visité).

Aguayo considera que cada historiador debe ponderar si le conviene o no tener una página web. Él está satisfecho con los resultados obtenidos, aunque insiste en que debería dedicarle más tiempo.

Sigo esperando las respuestas de Soledad Loaeza, Jorge Castañeda y Enrique Florescano; de Carlos Martínez Assad nunca encontré un mail donde escribirle.

Pero, de cualquier manera, yo les agradezco a unos, por contestarme directamente, y a todos, por abrir un espacio gracias al cual los interesados por sus obras podemos conocerlos más.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

El oscuro pasado de Adolfo López Mateos

"Ya sabeis el modo de ser libres..."

Nuestras tres águilas.