El tiempo en la Ciudad de México

Dice la última estrofa de una canción muy conocida de Fernando Delgadillo: 

"tienes que mirarlo veinte veces
tienes que aprenderlo a repetir
tienes que asombrarte para siempre
porque poco a poco va dejando de existir
sí...va dejando de existir"

Esa estrofa se repite constantemente en mi cabeza mientras navego por una de las páginas más hermosas que he encontrado en la web. Como muchísimas personas, tengo una cuenta en Facebook y hace varios meses descubrí una joya que quiero compartir con ustedes. 
Se llama "La ciudad de México en el tiempo", y es obra de  Carlos Villasana, Juan Carlos Briones y Rodrigo Hidalgo. Su cuenta en twitter (por si quieren escribirles) es @cdmexeneltiempo
El objetivo de esta página es crear una enorme fototeca digital sobre la ciudad de México, contando para ello con el apoyo de cualquier persona que quiera donar aquellas imágenes que tal vez retrató su abuelo, su papá, o ellos mismos en algún instante. 
Se trata en especial de que sean imágenes cotidianas, de las que surgen en un momento y tienen el encanto de atrapar un instante de nuestras vidas. Por eso, aunque incluyen fotografías de colecciones particulares y de revistas especializadas, su fuerte está en aquellas imágenes que alguien más tomó con la simple intención de guardar un recuerdo. 
Hasta el momento, más de 120 mil personas están suscritas a esta página, y tienen una enorme colección de imágenes de los siglos XIX y XX, donde podemos ver esos hermosos edificios que ya no existen, distintos momentos de nuestra historia (como el funeral de Madero, los juegos olímpicos del 68 o los terremotos de 1957 y 1985) y la vida cotidiana en esta ciudad tan caótica. 
Encontrarse que alguna vez el Periférico fue una vía en que se podía transitar rápidamente, que había ríos en esta ciudad, o que desde principios del siglo pasado se realizaban maratones por sus calles, nos demuestra que la historia no es algo lejano y aburrido. "Los seres humanos no tenemos esencia, tenemos historia", decía Edmundo O´Gorman, y eso se reafirma cuando el asombro, las risas, la nostalgia, el enojo y a veces la tristeza nos envuelve al mirar estas preciosas imágenes. 
Visiten esta página, les aseguro que volverán. 





 

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