Los Minondo, medio historia, medio trama, medio chacota.

Este año bicentenario se acerca a su fin. Ya tuvimos el momento cumbre (las fiestas del 15 y 16 de septiembre, con desfiles neoconceptuales y colosos cuya fama duró apenas unos minutos) y al parecer el próximo 20 de noviembre tendremos algo parecido, aunque, como he señalado en otros posts, todo parece indicar que a nuestro gobierno actual no le agrada la idea de celebrar a la Revolución Mexicana, y menos aún si tomamos en cuenta que todavía no hemos podido deshacernos de esa versión de la historia que sirvió como discurso legitimador para los gobiernos de la Familia Revolucionaria, hasta que llegó Vicente Fox al poder en el año 2000.
Convertir al Paseo de la Reforma en una enorme ciudad deportiva no tuvo el éxito esperado; de hecho, ya nadie se acuerda de ello, a pesar de que la Comisión Nacional del Deporte se gastó bastantes millones de pesos en armar el númerito de poner fosas de clavados, albercas instantáneas, tatamis para Judo y Taekwondo y muchas otras cosas más en la avenida más importante de la Ciudad de México.
No sé qué opinen ustedes, pero yo estoy cada vez más convencido de que el plantón de 2006 dejó secuelas terribles para esta ciudad: a partir de entonces, cualquier "político ocurrente" se siente con el derecho de cerrar el tráfico en Reforma para realizar algún acto con el cual pararse el cuello, sin importarle todos los problemas que provoca a los ciudadanos. En fin, ese es tema para otro día.
De lo que quiero hablar hoy es de una serie de televisión que pasa por Canal Once, y es una de esas producciones hechas por el Instituto Politécnico Nacional para celebrar el Bicentenario. Al mismo tiempo, intenta sumarse a esas series que desde hace poco tiempo ha producido este canal y que han tenido algún éxito, como XY, Bienes Raíces y Soy tu fan.
Los Minondo es una serie dirigida por Carlos Bolado, Emilio Maillé y Charlie Gore. Trata sobre la historia de una familia mexicana, desde finales del siglo XVIII y hasta el asesinato de Emiliano Zapata en 1919. Manuel Minondo, fundador de esta familia, tiene que huir a la Nueva España luego de enamorarse perdidamente de Cayetana, quien está en la mira de un duque español que reta a duelo a Minondo.
Ya en la Nueva España, Manuel Minondo conoce a una indígena de Xochimilco llamada Eduviges, con la que tiene un hijo. Sin embargo, Cayetana logra huir de las garras del mentado duque y llega a estas tierras para reencontrarse con su amor, quien desde ese momento tiene su casa grande y su casa chica.
Con Cayetana, Minondo formará otra familia, la cual terminará relacionándose con Eduviges y el primer hijo de Manuel Minondo, armando un borlote propio de telenovela de Televisa, con incestos, traiciones, intrigas, un poco de porno, otro poco de gore y en el fondo la historia de nuestro país, desde los Borbones hasta el triunfo del Constitucionalismo.
La idea original y el guión es de Fausto Zerón-Medina, respetado historiador que ha colaborado en otros proyectos televisivos del mismo tipo que Los Minondo, como La Antorcha Encendida y El Vuelo del Aguila.
El problema de Los Minondo está en que todo ocurre tan rápido, que el espectador se pierde en la trama.
Por una parte, está la historia de la familia, narrada por Isabel San Juan, descendiente de la "Casa chica" de Manuel Minondo, quien vaga por el estado de Morelos rumbo a Xochimilco, acompañada de su nuera y su nieto para enterrar a su hijo, quien estaba con Zapata cuando los asesinaron. Durante el viaje, la señora le cuenta a su nieto toda está historia tan enredada, pero llega un momento en que para el espectador lo más inquietante es pensar en ese cadáver que están paseando y que seguramente llegará a la tumba convertido en fiambre.
Y por otro lado, esos hechos históricos de los que platica la señora San Juan son contados a la velocidad de la luz, lo que provoca errores históricos, como el fusilamiento de Hidalgo (no estaba de pie, sino sentado) el de Morelos (no lo sacaron de su casa, como dice el narrador; lo habían apresado y fue llevado a Ecatepec, donde lo fusilaron), el de Iturbide (al que ponen uniformado como general y dirigiendo su fusilamiento, lo que no ocurrió así), la firma de los Tratados de Velasco por Santa Anna (mal contado) y la invasión norteamericana a México que, debido a la falta de extras, se ve como un mínimo portazo en lugar de ser esa guerra que tantos dolores de cabeza nos provocó.
Sin embargo, y a pesar de todos esos errores, Los Minondo es una serie muy interesante y vale la pena pasarse los jueves viéndola, siempre y cuando no tomen muy en serio sus datos históricos. Les confieso que yo siempre la veo con un grupo de amigas (vía Twitter) y nos reímos mucho comentando la serie.
Sólo espero que, la próxima vez que Canal Once quiera hacer una serie histórica, la haga con más cuidado. No sirve de nada tener grandes y bellos escenarios si el relato principal está mal contado, o si las menciones históricas no son correctas. Canal Once ha hecho buenas series en los últimos tiempos, Los Minondo se merecía estar a su altura.

Comentarios

  1. Primera vez que me sirvo protestar en este espacio, me parece injusta la mención tan menor a la importante labor de crítica y comentario sarcástico y sesudo que llevamos a cabo durante la transmisión de Los Minondo y todavía peor, ya no me queda nada más que acotar al respecto pues lo dijiste todo. Creo que nunca serán suficientes las series históricas que se realicen en este país, hay mucha tela de dónde cortar y me parece que se podrían hacer grandes cosas que narraran de manera ágil y entretenida distintos pasajes y claro, comentarlos con expertos, siempre ayuda.

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  2. He visto dos capítulos de los Minondo y a los diez minutos ya me parecía que estaba medio tremendista con aquello del incesto, el hermano que mata a la hermana, la monjita azotada (en el sentido literal) etc. Me resulta un tanto paradójico que Canal Once hiciera una serie de contenido histórico que parece telenovela (malona)y que Televisa hubiera hecho un intento más serio para acercarse a la independencia,con sus asegunes, pero bastante decoroso. Aparte en los Minondo la conexión entre los personajes ficticios y los reales se me hace "forzadita": a unos los casa Morelos, otro es amigo de Iturbide y luego de Santa Anna; otra le regala unas joyas a Mina, en fin. Y para concluir, el acento español de Marina de Tavira me chocó bastante (sólo le faltó decir "jolines" y "guay de mí"), pero esa es una muy subjetiva y personal apreciación; igual es porque no soy viajada y no sé cómo hablan del otro lado del charco.

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  3. Hola!, yo no he visto la serie por falta de tiempo e información (no sabía los horarios). En lo personal puedo decirte que para efectos de la tv y el cine hay muchas deficiencias en el aspecto histórico, yo crecí viendo el "vuelo del águila" y "la antorcha encendida", en aquel entonces era una nena y no me perdía todos los días por las noches a Humberto Zurita como Porfirio Díaz, en aquel entonces me parecía todo creíble, sin embargo ahora que lo pienso brincos diera don Porfirio por tener el rostro de Zurita, por no hablar de más detalles. Los Minondo por lo que platicas entra dentro de las producciones que toman como escenario la historia, es decir sólo para poner en contexto una historia en el tiempo (además con el pretexto este año del bicentenario, por aquello de los presupuestos para todos aquellos temas que tengan que ver con el bi y el centenario). Lo rescatable quizá en ese tipo de proyectos sea la capacidad de recrear la vida cotidiana de la época, es decir la ausencia de los celulares y la compu respecto a la copiosa correspondencia escrita, o quizá el uso de las diligencias, los vestidos, peinados de época, los valores de la sociedad de entonces... y sobre todo, algo que se agradecería inmensamente es -acercar a la gente a la historia, despertar la curiosidad a través de estas series-, que a nuestros ojos de historiadores pueden parecer carentes de una buena investigación histórica sin embargo otros tantos agradecerán y quedarán satisfechos por ver recreado en la tv, el pasado, eso que los libros aburridos de historia no son capaces de dar, es decir un poco de humanidad, de vida a la historia empolvada.

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  4. Hola, sí hay algunas fallas históricas, y sin duda lo que menos me gusta es que todo pasa demasiado rápido y es fácil perder el hilo, además que esa celeridad se lleva de camino los momentos álgidos de la historia, pero sin exigir demasiado, la producción es buena y cumple con el cometido de entretener. Si se pretendía ofrecer una serie por conmemoración del bicentenario, parece un "trailer" en lugar de una serie en forma, pero repito, entretiene y da mucha tela de donde cortar.
    ¡Gracias por el artículo amigo!

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  5. Colega historiador,Arno, me parecen interesantes tus apreciaciones pero siento que están un poco desproporcionadas. Si bien existen algunos errores históricos como has señalado, no obstante creo que entramos en la misma polémica que sucedió con la película Apocalipto de Mel Gibson. Creo que es inocente pretender que estos productos sean instrumentos pedagógicos para la sociedad; se les exije más de lo que pueden dar. Todos aquellos que estamos interesados por la historia, no vemos series para aprenderla. Para ello están los libros, los documentos y demás fuentes de información a los cuales nos dirigimos cuando queremos ejercer esa inquietud para algunos y oficio para otros tantos. Además, como historiador siempre debes preguntarte a qué público está dirigido. Como producto cultural medio, evidentemente está pensado para determinados sectores de la sociedad con un conocimiento histórico mínimo; sumando a ello las limitaciones de difusión dentro de canal once y no en la barra de telenovela del canal 2 o canal 13. Finalmente, no quiero hacer una defensa ni apología de la serie, pero si aún con la asesoría de un profesional colega historiador existen errores históricos; salta a la vista el móvil, sólo se le quiere añadir una pizca más de dramatismo a la ya de por sí complicada historia. Veámoslo como lo que es, bien o mal logrado, un producto de entretenimiento y nada más, claro, sin dejar de lado nunca la mirada crítica.
    Para Solazgalatea85: sobre tu asombro de que haya sido televisa y no canal once quien haya tratado de acercarse de una manera "seria" creo que también te precipitas. Precisamente lo que hay que criticar es el manifiesto intento de Televisa de mostrar los acontecimientos históricos supuestamente de forma verídica, pues ahí sí subyace una intención pedagógica que yo no veo nada sana (el que tus estrellas favoritas del cine y la televisión comercial encarnen a los míticos héroes de la historia, eso si es una aberración). Las intenciones son evidentes, la producción de canal 11, hasta donde tengo entendido, jamás ha pretendido con la aludida serie presentar una visión que deba entenderse como oficial de la historia de méxico, caso contrario de televisa cuyos directivos, sobra decir, la colocaron justo después de su barra de telenovelas. Finalmente, Televisa, sí terminó dándole tintes telenovelescos a su producción, y si hablamos de la explicación de la historia, el sólo hecho de reproducir los acontecimientos y contarte lo que pasó tampoco explica nada el movimiento, ni te ayuda a entender el devenir de México. Sin más por el momento y siempre abierto a la sana discusión. Me despido. Hasta pronto colegas.

    José Rodrigo Moreno Elizondo.

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  6. yo creo que la serie me pareció muy buena , me gusto mas que la de Gritos y Libertad , tiene ese toque interesante ,pero a la vez me hace comprender lo que la gente de esa época vivía , ya que la historia no se centra en los personajes si no en la gente que lo vive, esto me ha hecho reflexionar .sin embargo me hubiera gustado que la serie relatara toda la historia completa y que intentara alargarse para que el publico no se enrede tanto .

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