Lo siento, voy a sonar muy patriotero, pero ni modo: me encanta nuestro escudo nacional. Cuando voy al Zócalo y veo esa bandera monumental, no puedo evitar emocionarme ante el tamaño del águila, cuya posición de perfil crea la ilusión de que en cualquier momento va a levantar el vuelo. Me gusta por poderosa, por brillante, en una palabra, por solar. El escudo nacional es una representación del Sol. Sin embargo, no tenía claro a qué especie pertenece el águila de nuestro escudo, hasta que leí Dos águilas y un sol. Identidad, simbolismo y conquista del Cuauhtli sagrado , de Miguel Ángel González Block . Y me llevé una enorme sorpresa. Yo suponía que en el escudo estaba representada un águila real, que es una de las aves más hermosas que existen. Pues resulta que no. Nuestra águila mexicana, la del escudo y la bandera, es un animal imaginario. Simplemente no existe. Antes de que acudamos a Greenpeace para hacer una campaña con la que salvemos a esta especie imaginaria, veamos lo que no
Periodistas, hay de muchos tipos, y no se puede negar que muchos de ellos están escribiendo la historia, son verdaderos investigadores que ponen en riesgo sus vidas. Sin embargo, de qué clase de solidaridad habla una periodista que escribe pagada por el Estado? No tiene nada que ver con Lydia Cacho, por ejemplo.
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