Lo siento, voy a sonar muy patriotero, pero ni modo: me encanta nuestro escudo nacional. Cuando voy al Zócalo y veo esa bandera monumental, no puedo evitar emocionarme ante el tamaño del águila, cuya posición de perfil crea la ilusión de que en cualquier momento va a levantar el vuelo. Me gusta por poderosa, por brillante, en una palabra, por solar. El escudo nacional es una representación del Sol. Sin embargo, no tenía claro a qué especie pertenece el águila de nuestro escudo, hasta que leí Dos águilas y un sol. Identidad, simbolismo y conquista del Cuauhtli sagrado , de Miguel Ángel González Block . Y me llevé una enorme sorpresa. Yo suponía que en el escudo estaba representada un águila real, que es una de las aves más hermosas que existen. Pues resulta que no. Nuestra águila mexicana, la del escudo y la bandera, es un animal imaginario. Simplemente no existe. Antes de que acudamos a Greenpeace para hacer una campaña con la que salvemos a esta especie imaginaria, veamos lo que no
Fué de fábula contemplar la ciudad de México como
ResponderBorrarera en 1942,tuve el gusto de vivir ahí muchas décadas antes de regresar a California,al igual que mucha gente que hicimos éxodo ante la contaminación del aire y la peligrosidad del ambiente decadente.Ojalá y lleguen a soluciones,ya que salvo la problemática que persiste,es una ciudad única en sus buenos aspectos.De allá origina toda mi familia,fuí actor de cine allá,conocido como Carlos Romano,y soy hermano de Alfonso de la Parra,el héroe del Everest tan querido.