La última de La Planta de Luz...

En sábado nadie puede pedirle a un honesto redactor con nueve uñas que escriba algo profundo. En el caso de Dehesa, ni en sábado, ni entre semana; comentará la señora potosina. A esto yo replico que no hay nada más misterioso, ni más profundo que el ombligo de Tania Libertad. Potosina colápsase. Me explico: el jueves primero de diciembre a las 9:30 de la noche, inauguramos en Plaza Loreto un nuevo lugar. La existencia de este subversivo espacio es culpa de la Hillary y de su amiga María Luisa Arcaraz, pareja que es conocida como "la Guayaba y la Tostada". El espectáculo inaugural y el amadrinamiento y la efusión de fantasmas favorables y buenas vibras no gubernamentales corrió a cargo de Tania Libertad. Yo no sé cuál sea su estatura real; en el escenario rebasa tranquilamente los tres metros. Salió con un vestido negro que es una obra maestra de la ingeniería textil. A partir de cierta zona estratégica y de interés social es negro opaco; todo lo demás, no escatimando gastos, es de gasa negra pero traslúcida. ¡Omaigod! Quien la ve recibe una clase instantánea de geografía peruana. No hay desperdicio; desde los antárticos pies cuya exploración está reservada a los más valientes, se sube por colinas y valles no por umbrosos menos gratos a la cerealera región de la cintura. Ahí se puede descansar y luego retomar el viaje rumbo a la cordillera, las húmedas colinas de los hombros, el firme cuello, el perfecto óvalo del rostro y una selvática cabellera de menina andina. Todo esto se podría hacer si uno lograra superar el enérgico magnetismo del ombligo. Yo no pude. Desde las dos de la tarde me había avisado que en la función iba a sacar a pasear su onfálica región. Preocupéme, pero no imaginéme. Ya que lo vi en vivo y a todo negror, sentí la muerte chiquita pero sabrosa. Es el más perfecto y habitable cráter lunar; es la más activa mancha solar; es muy probablemente el lugar de la Atlántida, el valle más hondo y explorable; el más alto monumento a la mítica circularidad. Pero este cuate no habla en serio; ya por fin se le tronó el chip comentarán en las potosinas latitudes. Hablo totalmente en serio. Varios médicos certifican que, lejos de estar como antes, estoy mucho mejor. Hasta el dedo se me está aliviando nada más por haber asistido a la ombligación. Como se lo advertí a la propietaria, no descansaré hasta conseguir que ese ombligo sea expropiado por la Reforma Agraria que, de inmediato, procederá a su rotulación, reparto, abanderamiento y concesión de títulos de propiedad y créditos blandos. Escribo esto porque la interesada no me creyó que lo iba a escribir, porque -además- como decía Celestina: bien que no es compartido, no es bien y porque sí. Y ya.

Germán Dehesa.

(Fragmento del artículo "Gaceta del Ángel", publicado en Reforma el 3 de diciembre de 1994)

Comentarios

  1. Me transportó en el tiempo... conocí al Sr. Dehesa por esos mismos tiempos gracias a mis ex-socios y amigos Ian y Mike Esuhais (Mieke Martens. Galería de Arte, Cuernavaca) con quienes compartimos muchas interestes expreciencia entre ellas este espacio tan diferente y especial. saludos. R. Cárdenas.

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