Carlos Castaneda: vendiendo una realidad aparte
Hace unos días, encontré una noticia que llamó mi atención: resulta que Aerin Alexander, supuesta nieta de Carlos Castaneda, demandó a la organización que su abuelo fundó, Cleargreen, por impedirle enseñar las técnicas chamánicas que aquel dejó en sus libros. Alexander dice que esos ejercicios -llamados Tensegridad- no pueden tener derechos de autor puesto que pertenecen a una cultura antiquísima, los toltecas, y por ello no hay nada que le impida difundirlos libremente; además de que ella los recibió directamente de su abuelo. Esa noticia me regresó a mi pasado. Creo que nunca se los he contado, pero yo vengo de una familia "excéntrica", donde lo esotérico y lo alternativo eran temas comunes. Yo crecí rodeado de libros de yoga, meditación, budismo, masonería, rosacrucismo, cabalá, y temas parecidos. En la nada breve biblioteca de mi casa había espacio para todo eso y mucho más; y desde niño conocí las obras de Carlos Castaneda. Debo haber tenido como doce años cuando le