¿Entonces "Masiosare" no era un extraño enemigo?
Yo creo que es el símbolo patrio menos comprendido que tenemos los mexicanos. Es cierto que no todos saben lo que significan los tres colores de la bandera (Religión, Independencia y Unión; de acuerdo a Agustín de Iturbibe, aunque después cambiaron el primer significado por el de "esperanza"), ni es sencillo entender el significado del escudo nacional (para lo cual, abro paréntesis, te recomiendo que leas Memoria Mexicana de Enrique Florescano, publicado por el Fondo de Cultura Económica, y procedo a cerrarlo).
Sin embargo, como la bandera y el escudo son símbolos visuales, es más sencillo entenderlos, o por lo menos hacerse una idea de lo que pueden significar. Yo, a pesar de que vivimos en una época descreída, no puedo negar que me emociona ver esa enorme aguila que parece volar en la bandera monumental que tenemos en el Zócalo.
Con el himno nacional pasa algo distinto. Ahí si tenemos problemas. Para empezar, no lo conocemos completo (un coro y diez estrofas). Ya no entendemos muchas de las palabras que contiene, como bridón, aprestad, blasones, pendones y horrísonos. Hay quien se ha aventado la puntada de decir que, como es un himno que sólo habla de guerras y los mexicanos las hemos perdido todas, deberíamos cambiar su letra por otra que hable de temas más contemporáneos.
En ese caso, el "nuevo himno nacional" quizá debería referirse al derecho de todos por una vida digna, un empleo, seguridad y un proyecto de futuro. Lo chistoso del caso es que el himno que tenemos se refiere a esas cosas, sólo que no lo conocemos.
¿Por qué los mexicanos no nos sabemos completo nuestro himno nacional? Hay que reconocer que, primera razón, es muy largo. Son diez estrofas cuyo canto puede hacerse muy cansado. También hay que decir que tiene dos estrofas que, para la historia oficial contemporánea, no son agradables:
ESTROFA IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
te defiende la espada terrible
y sostiene su brazo invencible
tu sagrado pendón tricolor.
Él será del feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo
porque él supo sus armas de brillo
circundar en los campos de honor.
Todo lo anterior se refiere a Antonio López de Santa Anna. La estrofa se refiere a su triunfo ante la invasión española de 1829, pero también sabemos que su participación en la guerra de 1847 entre México y Estados Unidos fue, para decir lo menos, desastrosa.
ESTROFA VII
Si a la lid contra hueste enemiga
nos convoca la trompa guerrera.
de Iturbide la sacra bandera
¡Mexicanos! valientes seguid.
Y a los fieros bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra;
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del bravo adalid.
Agustín de Iturbide, primer emperador de México también tuvo un lugar en el himno nacional.
Sin embargo, aquellos que dicen que el himno nacional ya no significa nada y tendríamos que escribirnos uno nuevo olvidan algo muy importante: un himno se legitima no necesariamente por lo que dice, sino por lo que con los años llega a representar para la nación que lo acoge. Se les olvida que ese himno fue cantado en Puebla en 1862 cuando la defendieron de los franceses y en Querétaro en 1867 cuando desapareció el Segundo Imperio. También lo cantaron Madero, Villa, Zapata y todos los revolucionarios (del bando que fueran). Se escuchó el 18 de marzo de 1938 cuando Cárdenas expropió el petróleo, lo cantaron los ferrocarrileros en huelga en 1958 y los estudiantes de 1968. Lo hemos cantado en eventos deportivos, pero también en acontecimientos muy serios e importantes para nuestra historia. Es nuestro himno y merece que lo conozcamos mejor.
Todo lo anterior es pretexto para un comercial: Guadalupe Jiménez Codinach, una de las historiadoras más importantes de México, ha escrito algo que sencillamente es un librazo. Se llama La Guía del Himno Nacional Méxicano, pero su subtítulo oculto podría ser: "para ud, que siempre creyó que Masioare era un extraño enemigo".
Es un volumen preciosamente ilustrado, en el que Jiménez Codinach nos cuenta la historia del himno nacional y destruye siete mentiras que han corrido sobre él (como que sólo se refiere a guerras, que lo escribieron extranjeros, y que fue un acto improvisado para adular a Santa Anna). Pero lo más importante, creo yo, es que desmenuza el himno estrofa por estrofa para que el lector comprenda la historia que subyace en ese canto.
Recomiendo ampliamente este libro. Y para todos aquellos que dicen que el himno ya no tiene valor en estos tiempos, les dejo dos estrofas (mis preferidas) que forman parte del texto original de Francisco González Bocanegra, y que se refieren a circunstancias que bien se ajustan a lo que ahora estamos viviendo:
ESTROFA III
Como al golpe del rayo la encina
se derrumba hasta el hondo torrente,
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó.
Ya no más de tus hijos la sangre
se derrame en contienda de hermanos
sólo encuentre el acero en tus manos
quien tu nombre sagrado insultó.
ESTROFA VIII
Vuelva altivo a los patrios hogares
el guerrero a contar su victoria
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar.
Tornaránse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas
también sabe a los patrios premiar.
Sin embargo, como la bandera y el escudo son símbolos visuales, es más sencillo entenderlos, o por lo menos hacerse una idea de lo que pueden significar. Yo, a pesar de que vivimos en una época descreída, no puedo negar que me emociona ver esa enorme aguila que parece volar en la bandera monumental que tenemos en el Zócalo.
Con el himno nacional pasa algo distinto. Ahí si tenemos problemas. Para empezar, no lo conocemos completo (un coro y diez estrofas). Ya no entendemos muchas de las palabras que contiene, como bridón, aprestad, blasones, pendones y horrísonos. Hay quien se ha aventado la puntada de decir que, como es un himno que sólo habla de guerras y los mexicanos las hemos perdido todas, deberíamos cambiar su letra por otra que hable de temas más contemporáneos.
En ese caso, el "nuevo himno nacional" quizá debería referirse al derecho de todos por una vida digna, un empleo, seguridad y un proyecto de futuro. Lo chistoso del caso es que el himno que tenemos se refiere a esas cosas, sólo que no lo conocemos.
¿Por qué los mexicanos no nos sabemos completo nuestro himno nacional? Hay que reconocer que, primera razón, es muy largo. Son diez estrofas cuyo canto puede hacerse muy cansado. También hay que decir que tiene dos estrofas que, para la historia oficial contemporánea, no son agradables:
ESTROFA IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
te defiende la espada terrible
y sostiene su brazo invencible
tu sagrado pendón tricolor.
Él será del feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo
porque él supo sus armas de brillo
circundar en los campos de honor.
Todo lo anterior se refiere a Antonio López de Santa Anna. La estrofa se refiere a su triunfo ante la invasión española de 1829, pero también sabemos que su participación en la guerra de 1847 entre México y Estados Unidos fue, para decir lo menos, desastrosa.
ESTROFA VII
Si a la lid contra hueste enemiga
nos convoca la trompa guerrera.
de Iturbide la sacra bandera
¡Mexicanos! valientes seguid.
Y a los fieros bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra;
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del bravo adalid.
Agustín de Iturbide, primer emperador de México también tuvo un lugar en el himno nacional.
Sin embargo, aquellos que dicen que el himno nacional ya no significa nada y tendríamos que escribirnos uno nuevo olvidan algo muy importante: un himno se legitima no necesariamente por lo que dice, sino por lo que con los años llega a representar para la nación que lo acoge. Se les olvida que ese himno fue cantado en Puebla en 1862 cuando la defendieron de los franceses y en Querétaro en 1867 cuando desapareció el Segundo Imperio. También lo cantaron Madero, Villa, Zapata y todos los revolucionarios (del bando que fueran). Se escuchó el 18 de marzo de 1938 cuando Cárdenas expropió el petróleo, lo cantaron los ferrocarrileros en huelga en 1958 y los estudiantes de 1968. Lo hemos cantado en eventos deportivos, pero también en acontecimientos muy serios e importantes para nuestra historia. Es nuestro himno y merece que lo conozcamos mejor.
Todo lo anterior es pretexto para un comercial: Guadalupe Jiménez Codinach, una de las historiadoras más importantes de México, ha escrito algo que sencillamente es un librazo. Se llama La Guía del Himno Nacional Méxicano, pero su subtítulo oculto podría ser: "para ud, que siempre creyó que Masioare era un extraño enemigo".
Es un volumen preciosamente ilustrado, en el que Jiménez Codinach nos cuenta la historia del himno nacional y destruye siete mentiras que han corrido sobre él (como que sólo se refiere a guerras, que lo escribieron extranjeros, y que fue un acto improvisado para adular a Santa Anna). Pero lo más importante, creo yo, es que desmenuza el himno estrofa por estrofa para que el lector comprenda la historia que subyace en ese canto.
Recomiendo ampliamente este libro. Y para todos aquellos que dicen que el himno ya no tiene valor en estos tiempos, les dejo dos estrofas (mis preferidas) que forman parte del texto original de Francisco González Bocanegra, y que se refieren a circunstancias que bien se ajustan a lo que ahora estamos viviendo:
ESTROFA III
Como al golpe del rayo la encina
se derrumba hasta el hondo torrente,
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó.
Ya no más de tus hijos la sangre
se derrame en contienda de hermanos
sólo encuentre el acero en tus manos
quien tu nombre sagrado insultó.
ESTROFA VIII
Vuelva altivo a los patrios hogares
el guerrero a contar su victoria
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar.
Tornaránse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas
también sabe a los patrios premiar.
Cuando tuve la poca fortuna de ser maestra de Formación Cívica y Ética en una escuela secundaria privada (digo poca fortuna porque atendiendo alumnos de ese nivel, te descubres con instintos asesinos), dedicaba más o menos 2 ó 3 semanas del curso a "traducir" el himno nacional completo con el grupo de tercer año... He de decirte que eso me causó llamadas de atención de los así nombrados "Jefes de Enseñanza", que decían que no podía salirme del programa establecido por la SEP, y ahí eso no viene... ¿Te da eso una idea de por qué desconocemos el Himno?
ResponderBorrarAgradable artículo, ¿podrías escribir una bre rezeña de los héroes de la independencia? Tu opinión, tu sentir, una breve compilación que supongo has hecho a través de estos años. Esto sería muy interesante para recordar la intención original de los participantes en este movimiento. Saludos y gracias.
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