tag:blogger.com,1999:blog-39560960510951061502024-03-13T20:20:24.197-06:00ClionáuticaEl blog de Arno Burkholder, historiador. CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.comBlogger387125tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-65317610548193713672022-02-10T16:45:00.000-06:002022-02-10T16:45:08.541-06:00AMLO y España: un tema que no concluye. <p><span style="font-family: helvetica;">El presidente Andrés Manuel López Obrador es propenso a rescatar temas que la opinión pública consideraba ya superados. Es como si, ante el escándalo de la mansión en Houston de su hijo José Ramón, al presidente no le quedara más que revivir polémicas para de ese modo acallar las quejas del presente.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Primero se le ocurrió volver a mencionar el viejo conflicto del penacho de Moctezuma, en cual, según sus palabras, "Austria no quiso devolvernos". Pero a nadie le interesó el tema, así que el martes pasado al presidente se le ocurrió decir que "habrá una pausa" en las relaciones entre México y España. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Ni en su propio gobierno tienen claro que quiere decir eso de "pausa". Nuestro canciller Marcelo Ebrard ya habló con su homólogo español José Manuel Albares, el cual está muy interesado en entender qué quiere ahora el presidente mexicano.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Mientras tanto, el gobierno español "rechaza tajantemente" las declaraciones de AMLO. No sólo estamos hablando de una relación histórica; el dinero también está presente. Hay 7 mil empresas españolas en nuestro país que invierten casi 80 mil millones de dólares.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">AMLO tiene una fijación con la Madre Patria. Durante todo su sexenio ha acusado a ese país de tratarnos hasta el día de hoy como una colonia. Al principio de su gobierno se le ocurrió que era una buena idea exigirle al rey de España que se disculpara por lo ocurrido durante la Conquista (a la que nuestro presidente calificó como "un fracaso" y "una intervención militar"). </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Por supuesto no los invitó a las ceremonias conmemorativas de la caída de Tenochtitlan en 1521 y en el discurso oficial insistieron en que a partir de esa fecha comenzó una "resistencia de pueblos originarios" que sigue hasta el día de hoy. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Nuestro presidente es un caso curioso pero no único: es un mestizo con nombre español, que habla español, que tiene antepasados españoles, pero cree que es su deber exigirle a España que se disculpe por acontecimientos ocurridos hace 500 años, mientras que los indígenas de nuestro tiempo, a los que él debería sacar de su pobreza ancestral, los mantiene en el olvido.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Esta actitud de López Obrador revive a un viejo fantasma nacional que creíamos que había desaparecido: la hispanofobia, el odio a los "gachupines". Los que supuestamente se robaron nuestras riquezas, violaron a nuestras mujeres y nos esclavizaron durante siglos.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Por lo menos durante la primera mitad del siglo XX la palabra gachupín fue usada para insultar a los españoles que vivían en México. La expresión "vamos a coger gachupines" tenía un tono de venganza y de doble sentido. Para el mexicano promedio era extraño recordar que tenía antepasados en la península y no se cuestionaba por el origen de su lenguaje o de su religión.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Desgraciadamente el antihispanismo ha estado presente en México desde hace siglos porque los distintos grupos políticos que gobernaron este país muchas veces lo usaron para justificar sus fracasos y para influir en la sociedad. La hispanofobia nunca ha sido buena para este país y hay que recordarla para evitar que regrese.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Parecería lógico que los primeros que odiaron a los españoles fueron los indígenas luego de la destrucción del Imperio mexica en 1521; pero en realidad esa pugna fue creada por los hijos de peninsulares nacidos en América: los criollos.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Esos novohispanos de tez blanca que al principio no se sentían parte de América ni de Europa buscaron durante los 300 años del Virreinato algo que les diera identidad: para ello recurrieron a la religión católica y especialmente al culto a la Virgen de Guadalupe, pero también se enemistaron con sus antepasados españoles.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">El Virreinato fue administrado durante gran parte de su historia por funcionarios venidos de la península, lo que impedía que los criollos pudieran gobernar un territorio que consideraban suyo. Esta molestia creció a partir de la etapa borbónica entre 1700 y 1821, cuando la Corona empezó a cobrar nuevos impuestos y limitó aún más el papel de los criollos en la sociedad novohispana.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Ya en 1794, Fray Servando Teresa de Mier provocó un escándalo en Nueva España al asegurar que el manto de la Virgen de Guadalupe era en realidad la capa del apóstol Santo Tomás que había evangelizado estas tierras luego de ocurrir la Pasión de Cristo. Mier aseguraba que los antiguos indígenas habían sido originalmente cristianos y con esa versión contradecía a la Corona española, que aseguraba que una de las razones de la Conquista fue la evangelización de América.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Cuando Hidalgo se levantó en armas en 1810, una de sus quejas principales fue que los funcionarios peninsulares en América habían traicionado a Fernando VII al entregarle el reino a Napoleón Bonaparte, y pretendían cobrar nuevos tributos. Hidalgo fue muy fiero con los españoles: las matanzas de inocentes en la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato y luego en las afueras de Guadalajara fueron vistas por el padre de la patria como una necesidad para liberar a Nueva España.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Su sucesor José María Morelos consideraba que los españoles se habían apoderado de América por medio de las armas y esclavizando a los indígenas. Era necesario matar a los gachupines para liberar al nuevo país. Con Morelos surge la idea de que entre las culturas prehispánicas y el México que querían fundar los insurgentes no había distancia, como si los 300 años del Virreinato no hubieran ocurrido.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">En 1821 Agustín de Iturbide logró al fin la Independencia mexicana, pero con el objetivo de convertirnos en una monarquía bajo el mando del rey de España Fernando VII. Dos países separados, pero con el mismo monarca. Cuando eso no se logró porque Fernando VII no reconoció la independencia, Iturbide se volvió emperador. Su reino duró poco menos de un año.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">La naciente República mexicana heredó este rencor a España porque, además, la península impidió en 1821 que otros países la reconocieran como Estado. México recobró San Juan de Ulúa en 1825, expulsó a españoles que estaban en el país en 1828 y un año después derrotó a una fuerza expedicionaria que pretendía restablecer el Virreinato. El odio al español estaba consolidado.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Si bien en 1836 México y España firmaron el Tratado de Santa María-Calatrava, por el cual las dos naciones se reconciliaban y todos los crímenes del pasado quedaban olvidados, la verdad es que el rencor al español se mantuvo durante el siglo XIX.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Una de sus razones estuvo en la lucha ideológica que vivió México en esos años entre el Partido Liberal y el Partido Conservador. Los liberales insistían en que era necesario modernizar a México, convertirlo en una democracia, transformar su economía y acabar con el poder que tenían el Ejército y la Iglesia Católica. Los conservadores en cambio creían que México debía rescatar lo mejor que había tenido durante el Virreinato: una economía cerrada y basada en la minería y un ejército fuerte; el Estado debía proteger a la Iglesia. Los liberales creían que el futuro estaba en Estados Unidos, los conservadores pensaban que lo mejor de México estaba en España. Eso, más el reconocimiento español al Imperio de Maximiliano, provocó que el rencor a los españoles creciera cada vez más.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">El Porfiriato se esforzó en mantener buenas relaciones con España. En las fiestas del Centenario de la Independencia en 1910 España fue el invitado más importante. Don Porfirio creía que era necesario que las dos naciones se reconciliaran y por eso uno de los momentos estelares de esos festejos fue la recreación del encuentro entre Cortés y Moctezuma como una forma de simbolizar una nueva etapa para los dos países. España, por su parte y como un gesto de buena voluntad, devolvió el uniforme de generalísimo que usaba José María Morelos.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Sin embargo, la Revolución volvió a separar a los dos países. España estaba preocupada porque los revolucionarios destruían las propiedades de sus connacionales y los españoles otra vez eran vistos con desprecio, especialmente los que se dedicaban a administrar haciendas.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Durante la tercera década del siglo XX el antihispanismo tomó fuerza porque se le identificaba con el conservadurismo religioso. Mientras el gobierno mexicano abría las puertas del país a la República Española con tendencia de izquierda, otros grupos se identificaban con el movimiento franquista por su carácter hispano y católico. Esos grupos tuvieron un papel importante en la fundación de la Unión Nacional Sinarquista y luego en el Partido Acción Nacional.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Desde los años 40 y hasta finales de los 70 el hispanismo era visto como un resabio del conservadurismo mexicano que se oponía al progreso del país. Fue hasta la muerte de Franco y la restauración de la monarquía que mejoraron las relaciones entre México y España.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Ya durante los años 90 la imagen de España en México fue muy positiva porque representaba al futuro: los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, su crecimiento económico, su liderazgo en América Latina y su ejemplo de una nación que había pasado de una dictadura a una democracia parlamentaria eran muy apreciadas en nuestro país y el resto del continente.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Sin embargo, en esos años también creció un neoindigenismo que consideraba que así como era necesario "resistir" al poder del mercado que había desatado el neoliberalismo, también había que recordar las ofensas que los pueblos indígenas habían sufrido siglos atrás. La Conquista de México volvió a ser vista como una agresión que ahora sufrían aquellos grupos que eran subyugados por las trasnacionales.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Eso nos trae a nuestro tiempo, en el que el presidente López Obrador considera que entre México y España lo mejor es "alejarnos por un tiempo"; al menos hasta después de 2024 cuando haya terminado su gobierno. Mientras crece el escándalo de la casa de Houston (y todo indica que habrá más incidentes parecidos a lo largo del sexenio); López Obrador quiere seguir jugando con la vieja carta de la hispanofobia para distraernos de los grandes problemas: una economía que no camina bien, la delincuencia que crece, una pandemia que no ha terminado y especialmente un gobierno que no fue honesto aunque todas las mañanas le eche la culpa a alguien más por sus fracasos diarios. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p><p><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p><p><span style="font-family: helvetica;"> </span></p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-7567084608620730212022-02-03T16:19:00.004-06:002022-02-03T16:19:29.618-06:00Benito Juárez Maza: el hijo incómodo del Benemérito<p> El escándalo de la semana lo protagonizó José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador. Como dio a conocer Carlos Loret de Mola, López Beltrán estuvo viviendo en una casa en Houston que era propiedad de un contratista que a su vez tenía negocios con la empresa Petróleos Mexicanos. El presidente ha dicho que no hay ningún delito y que pueden investigarle lo que quieran a su hijo, pero la opinión pública no ha sido favorable con López Beltrán.</p><p>Por una parte ofende que el hijo de un mandatario que ha insistido en que necesitamos alejarnos de la riqueza y dejar de ser aspiracionistas tenga tantos lujos; y por otro la relación entre López Beltrán su esposa Carolyn Adams (quien también se dedica a cabildear para empresas petroleras en todo el mundo) y la empresa de servicios petroleros Baker Hughes suena demasiado enredada como para dejarla pasar por alto.</p><p>Independientemente de si lo ocurrido con López Beltrán es un simple malentendido o un gravísimo caso de corrupción, lo cierto es que al hijo del presidente le toca jugar un papel muy delicado: es fácil que se le acerque gente a ofrecerle negocios o que él piense que puede hacerlos libremente recurriendo al nombre del papá. Los hijos de los presidentes siempre han estado bajo el escrutinio público y sus acciones son revisadas todos los días. </p><p>Muchos hijos de presidentes han sido señalados por su conducta, pero hubo uno que destacó por sobre todos aunque ahora esté casi olvidado. Me refiero a Benito Juárez Maza, el hijo del Benemérito. </p><p>Juárez Maza nació el 29 de octubre de 1852, cuando su padre era gobernador de Oaxaca y poco antes de que Antonio López de Santa Anna lo enviara al exilio. Juárez Maza tuvo varios hermanos, pero al final fue el único hijo varón del presidente Juárez. Junto con su familia vivió en Veracruz durante la guerra de Reforma y luego en Estados Unidos mientras su padre peleaba contra el Segundo Imperio Mexicano.</p><p>El hijo del Benemérito regresó a México junto con su madre y el resto de sus hermanas en 1867. Estudió para abogado pero jamás terminó la carrera. Tenía 19 años cuando murió su padre en Palacio Nacional y a partir de entonces se dedicó a usar su nombre para sobrevivir.</p><p>Quienes lo conocieron decían que la mayor parte del tiempo era una persona amable, pero tenía sus ratos coléricos. Muchas veces se peleó en duelos para defender la memoria de su padre; pero en el fondo era un hombre que no tenía una profesión y vivía de sus influencias políticas. </p><p>El Congreso Mexicano le pagaba una pensión anual, pero en realidad usaba el recuerdo de Juárez para hacer negocios con la élite política y empresarial del Porfiriato. </p><p>Porfirio Díaz lo toleraba. No le agradaba mucho, pero parece como si el general sintiera que así estaba pagando la deuda que tenía con el presidente Juárez desde que se conocieron en 1846 en Oaxaca, lo que hizo que Díaz tuviera una carrera como militar y luego como político que lo llevó a la presidencia de la república. Don Porfirio necesitaba a Juárez Maza porque además le servía como símbolo de reconciliación luego que su amistad con Juárez se rompió al levantarse en armas contra su gobierno en 1871. </p><p>Juárez Maza acompañó a Díaz en varias ceremonias en el Panteón de San Fernando, donde está enterrado el Benemérito. A cambio de eso le permitía hacer diversos negocios de compraventa de terrenos claramente ilegales. Díaz no confiaba totalmente en Juárez Maza: no lo ayudó para que fuera gobernador de Oaxaca y cuando tuvo la oportunidad lo envió como diplomático a Italia, Francia, Alemania y Estados Unidos. </p><p>Juárez Maza tampoco fue un buen diplomático, pero aprovecho sus estancias en el extranjero para hacer más negocios, además de que en Francia conoció a María Klerian, con la que se casó en 1888 pero nunca tuvieron hijos. </p><p>Juárez Maza también fue masón como su papá e intentó crear su propio rito para tener más poder dentro de la hermandad. No tenía buenas relaciones con el resto de la familia Juárez y prefirió junto con su esposa vivir una vida de lujos. Normalmente estaba endeudado, pero el apellido siempre lo salvaba de caer en prisión. La prensa mexicana lo atacaba porque lo consideraban un junior sin oficio ni beneficio, un derrochador sin ningún talento.</p><p>En 1904 quiso ser vicepresidente de México pero Díaz tampoco lo apoyó. Cuatro años después Juárez Maza respaldó al general Bernardo Reyes, quien quería suceder a Don Porfirio pero no lo consiguió. Juárez Maza tuvo más suerte porque le tocó ser diputado federal y en 1911 se opuso a la renuncia del general, quien de todos modos tuvo que salir del país porque los Maderistas le estaban "tirando la puerta".</p><p>Francisco I. Madero tampoco confiaba en Juárez Maza, pero tuvo la suerte de que el hijo del Benemérito se fuera de la ciudad de México para al fin obtener la meta durante mucho tiempo deseada: se volvió gobernador de Oaxaca como lo fue alguna vez su papá.</p><p>Juárez Maza gobernó su estado del 23 de septiembre de 1911 al 20 de abril de 1912. Durante su breve periodo lo acusaron de reprimir a los oaxaqueños que se oponían a sus medidas. Al final murió de un infarto a los 59 años de edad y trajeron sus restos al Panteón Francés de la Ciudad de México. El presidente Madero y muchos masones acudieron al funeral. Su viuda recibió una pensión anual de tres mil pesos, que cobró sin falta hasta su muerte en 1930.</p><p> Benito Juárez Maza fue famoso e importante sólo por ser el único hijo varón del Benemérito. No tuvo una gran carrera política, empresarial o diplomática. Simplemente aprovechó el recuerdo de su padre para hacer negocios y vivir cómodamente.</p><p>Otros hijos y parientes de presidentes tuvieron vidas parecidas, aunque por supuesto no fue el caso de todos. Sin embargo, ser parte de una familia presidencial sí termina vinculándolos con la élite política y empresarial de este país. Y si la persona en cuestión no tiene el talento y el carácter necesarios es muy simple que terminen volviéndose juniors que sólo se sostienen por lo que su padre hizo. </p><p>¿Cuál será el destino de José Ramón López Beltrán y de sus hermanos Andrés Manuel, Gonzalo Alfonso y Jesús Ernesto? sólo el tiempo lo dirá, pero por lo pronto el incidente de la casa de Houston no es un buen precedente para este gobierno. </p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-46299097825489162402022-01-27T17:03:00.000-06:002022-01-27T17:03:02.417-06:00El "testamento político" de Lázaro Cárdenas<p> El fin de semana pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador ingresó al Hospital Central Militar para someterse a lo que él definió como "una revisión rutinaria de su salud". El presidente es un hombre que ya sufrió un infarto y se contagió dos veces de COVID, así que necesita que de tiempo en tiempo lo revisen. </p><p>Parte de esa revisión consistió en un cateterismo que el gobierno definió como un procedimiento "normal". No queda claro qué tan normal es que te metan un tubito al corazón, pero eso lo deben explicar los médicos. </p><p>Al salir del hospital el presidente grabó uno de más de sus acostumbrados videos, y en él señalo que, si bien su salud era "buena", ya había escrito un "testamento político" en el que dejaba señalado qué hacer en caso de que él falleciera.</p><p>Esa declaración de inmediato provocó una oleada de críticas, pues en el lamentable caso de que el jefe del Ejecutivo mexicano fallezca no hay ningún "testamento político" que valga. Lo que hay que hacer es aplicar inmediatamente el artículo 84 de la constitución, el cual señala que el Secretario de Gobernación asumirá el cargo de presidente provisional durante no más de dos meses mientras el Congreso de la Unión nombra a otro titular del Ejecutivo, que, según el tiempo transcurrido del periodo presidencial vigente, le corresponderá llamar a elecciones o terminarlo.</p><p>Lo que hay que hacer es apegarse al "librito", como alguna vez lo llamó Ernesto Zedillo. Esa es la mejor estrategia para garantizar la gobernabilidad del país. </p><p>Tomando como base lo anterior, recordé que otros gobernantes mexicanos han dejado "últimos mensajes". Los virreyes acostumbraban tener a mano un documento llamado "Pliego de Mortaja" en el que estaba el nombre de la persona que debería sucederlos en el cargo por si fallecían. Agustín de Iturbide escribió un pequeño texto antes de morir exhortando a los mexicanos a serle fiel al gobierno que estaba a punto de fusilarlo.</p><p>Pero quizá el "mensaje" más interesante es el que dejó el general Lázaro Cárdenas. En 1970 se cumplieron 60 años de la Revolución Mexicana y para Cárdenas era necesario revivir los principios por los cuales este movimiento se condujo, por lo menos hasta los años 40 del siglo XX.</p><p>Cárdenas pensaba pronunciar un discurso el 20 de noviembre de 1970, pero falleció el 19 de octubre de ese año. Dejó el documento inconcluso y su hijo Cuauhtémoc lo leyó cuando se cumplió un año de la muerte de su padre.</p><p>En el mensaje, Cárdenas señala lo que él considera son los problemas más importantes que vivía México a principios de la década de los 70. </p><p>El primero es la invalidez del principio de no reelección. Si bien, dice Cárdenas, los presidentes no pueden reelegirse, el hecho de que un partido (el PRI) tenga casi todo el poder impide que surjan otras organizaciones políticas y que se consolide la vida democrática. Las organizaciones políticas son meras comparsas del Partido Oficial y los ciudadanos se alejan de la política.</p><p>Esto, dice Cárdenas, ha permitido con el paso de los años que grupos históricamente ajenos y hasta enemigos de la Revolución ingresen al partido e impongan sus programas.</p><p>Cárdenas considera que México todavía tiene que esforzarse para mantener una lejanía económica y hasta cultural de Estados Unidos, al que sigue viendo como una amenaza para nuestra existencia como país.</p><p>Pedirle dinero prestado a la larga debilita nuestra soberanía; además de que nuestros centros de cultura superior y los medios de comunicación transforman el modo de pensar del mexicano, alejándolo se su verdadera personalidad a cambio de acercarse a Estados Unidos.</p><p>Las tierras otra vez están acaparadas por un pequeño grupo, lo que ha destruido uno de los objetivos de la Revolución: beneficiar a los campesinos. Para Cárdenas había que aplicar la fuerza del Estado para reducir el tamaño de la propiedad privada y reimpulsar las propiedades comunales con créditos y tecnología.</p><p>La banca debía nacionalizarse para que apoyara los proyectos nacionales y no sólo los del gran capital; el país necesitaba una reforma fiscal que extrajera recursos de los sectores más ricos y los redirigiera a los grupos pobres; el trabajo debía protegerse para que todos los empleados gozaran de la protección del Seguro Social, había que cuidar al obrero de los empresarios y los sindicatos que traicionaban y la educación debía servir para transformar al mexicano urbano y campesino.</p><p>Para Cárdenas, la aparición de grupos guerrilleros era producto de la frustración de una juventud ante un sistema que producía mucha riqueza pero no la repartía; y era necesario acabar con esas injusticias en México antes de que las contradicciones provocaran un enorme estallido. </p><p>No estoy muy de acuerdo con todo lo que Cárdenas señaló en su Mensaje, pero también es cierto que es producto de una época en la que se creía que el Estado tenía la obligación de resolver todos los problemas nacionales en lugar de impulsar a los individuos para que salieran adelante de la forma que a cada uno satisficiera. </p><p>Sin embargo, actualmente se supone que estamos viviendo un "retorno del Estado" en el que estas ideas se convertirán en políticas cada vez más comunes.</p><p>Por lo pronto no queda claro si eso pasará durante el gobierno de López Obrador, quien está más preocupado por echarle la culpa al pasado por todo lo que no puede hacer en el presente. </p><p>El general Cárdenas, pese a todo, sí miraba hacia el futuro. </p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-26964189218050807842022-01-20T16:45:00.001-06:002022-01-20T16:45:18.548-06:00La herencia de Luis Echeverría<p> El pasado 17 de enero, Luis Echeverría cumplió cien años de edad, lo que lo convierte en el expresidente más longevo de la historia de México. Durante años Echeverría estuvo casi en el olvido. A veces salía en los medios, como cuando lo invitaban a los informes de gobierno en la década de los 80, o cuando en 1994 al ser asesinado Luis Donaldo Colosio, el expresidente acudió al homenaje en el PRI para gritar que el Partido debía seguir "arriba y adelante". Luego lo citaría la PGR para que declarara sobre su posible participación en el asesinato del candidato. Después estuvo preso (en su casa) como posible responsable de varias desapariciones durante su gobierno y el de su antecesor Gustavo Díaz Ordaz. </p><p>Pero el regreso de Echeverría (por así decirlo) ocurrió en 2018 cuando Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el nuevo presidente. En su discurso de toma de posesión AMLO señaló que la Revolución había terminado luego de los gobiernos de Echeverría y López Portillo, y después México había caído en "la larga noche neoliberal".</p><p>Desde que comenzó el actual sexenio, Echeverría ha sido un referente para comparar al gobierno de AMLO: los dos consideran que el Estado debe ser el actor más importante en la vida nacional, que debe tener un papel fundamental en la economía y la sociedad, que la soberanía debe defenderse por encima de los intereses extranjeros, que es necesario crear una gran red de alianzas mundiales con las naciones débiles para así protegerse todos y que hay que señalar todos los días a quienes se opongan (o se atrevan a criticar) al gobierno.</p><p>López Obrador se formó intelectualmente en los años de Echeverría. Mientras don Luis viajaba por el mundo y manejaba la economía desde Los Pinos, AMLO estaba en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, ingresó al PRI y colaboró en la campaña para senador del poeta tabasqueño Carlos Pellicer. Las coincidencias no son accidentales.</p><p>A Echeverría le tocó gobernar México en una época de cambios mundiales: en todo el planeta el modelo económico que había surgido luego de la Segunda Guerra Mundial estaba en crisis. Los Estados ya no podían gastar tanto como antes para crear empleos y satisfacer todas las necesidades de sus habitantes. Poco a poco el mercado tomaría ese lugar, pero no sin que aquellas políticas a las que les convenía mantener el control de sus países intentaran evitarlo.</p><p>En los años de 1970 a 1976 el planeta vivió el final de la Guerra de Vietnam, la renuncia de Richard Nixon, la crisis de energéticos, el terrorismo en Europa, la muerte de Mao, la Teología de la Liberación, el crecimiento de las guerrillas en América Latina y la respuesta violenta de las dictaduras.</p><p>México, por su parte tenía enfrente dos grandes problemas: el modelo económico estaba fallando y el 68 dejó una guerra de guerrillas y una creciente desconfianza por parte de la sociedad.</p><p>Echeverría creyó que la solución estaba en volver al nacionalismo cardenista pero adaptándolo a las necesidades de su tiempo. Por eso su gobierno se enfocó en gastar todavía más para crear fuentes de trabajo, fortaleció su discurso nacionalista, reprimió a los movimientos de oposición y le echó la culpa a los empresarios de los males que sufría el país.</p><p>Al final de su sexenio el incremento del gasto público provocó una gran inflación y luego de 22 años el peso tuvo que devaluarse de 12.50 a 19.10 por dólar; la deuda externa creció hasta los 23 mil millones de dólares; el país vivió la matanza del 10 de junio de 1971, el asesinato de Eugenio Garza Sada, la "guerra sucia", el golpe al diario "Excélsior" y terminó más pobre de lo que era cuando comenzó el gobierno de Echeverría.</p><p>México tardó años en recuperarse de haber tenido un gobierno mesiánico, populista, que gastaba el dinero a manos llenas, que no rendía cuentas a sus gobernados sobre las acciones que realizaba y mucho menos permitía un libre juego de partidos políticos. </p><p>Ahora en 2022, López Obrador agrede al Instituto Nacional Electoral, construye sus propias obras (el aeropuerto Felipe Ángeles, la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya), quiere reapropiarse de la generación de energía, pone obstáculos a la información sobre los proyectos y las obras gubernamentales, militariza al país y todos los días se mofa de quienes lo critican.</p><p>El modelo paternalista y autoritario que aplicó en su momento Luis Echeverría sigue vivo y funcionando luego de años en los que parecía que desapareció. Y puede seguir entre nosotros durante décadas si los ciudadanos no hacemos algo para evitarlo. </p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-59467206772361606262021-12-09T17:05:00.001-06:002021-12-09T17:05:29.153-06:00La primera huelga estudiantil en México.<p> <span style="font-family: verdana;">Corría el año de 1875. México vivía un periodo que los historiadores llamamos "La República Restaurada", en la que la destrucción del Segundo Imperio Mexicano y del proyecto monárquico-conservador dieron paso a una nación que estaba orgullosa de haber conquistado su soberanía y que creía que el futuro sería maravilloso gracias al progreso económico y a los avances políticos que prometía la constitución liberal de 1857.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">El país era gobernado por Sebastián Lerdo de Tejada; heredero político de Benito Juárez, quien se esforzaba por aplicar las Leyes de Reforma y exclaustraba a monjas que tenían décadas encerradas en sus conventos para derribar sus edificios y vender los predios. Lerdo también impulsó la creación de la vía de ferrocarril México-Veracruz y alentó el surgimiento de la Bolsa Mexicana de Valores.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">Lerdo, que quería seguir el camino de Juárez, tenía la intención de reelegirse en 1876. Creía que para lograrlo era suficiente con apoyar a la iniciativa privada. Pero tenía un rival político llamado Porfirio Díaz que al final derrumbaría sus sueños de reelección.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">México no tenía en esos años una universidad. En 1865 Maximiliano cerró la antigua Universidad Pontificia que había funcionado desde el Virreinato. Para ese entonces ya era una institución anticuada que no respondía a las necesidades de un país que quería ser moderno.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">La educación estaba en manos del Estado desde la promulgación de las Leyes de Reforma. Todo aquel que quisiera estudiar una carrera primero debía ingresar a la Escuela Nacional Preparatoria para luego escoger entre alguna de las escuelas nacionales de profesiones que había en el país. Las más importantes eran las de Jurisprudencia, Ingeniería y Medicina.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">A muchos les parecía incorrecto que el Estado controlara estas escuelas. Si México había logrado separar a la Iglesia del Poder Político, parecía que era obvio que la educación, la ciencia y la cultura también tuvieran sus propios espacios en los que los gobernantes no intervinieran. Mientras eso pasaba, las escuelas nacionales tenían reglamentos que le permitían a sus directores hacer con los alumnos casi todo lo que quisieran. Hasta podían encerrarlos en calabozos si faltaban a la disciplina, aunque para el último cuarto del siglo XIX esa práctica ya estaba casi erradicada.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">En la historia moderna, muchos conflictos estudiantiles han comenzado por incidentes aparentemente insignificantes, pero que son provocados por circunstancias muy complejas. Eso ocurrió en la Escuela Nacional de Medicina en abril de 1875 cuando un grupo de estudiantes no quiso entrar a la clase del profesor Rafael Lavista porque no les gustaba la forma en que les enseñaba.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">El profesor Lavista se quejó con la dirección de la escuela y en castigo dos estudiantes fueron expulsados. Los alumnos se quejaron y consiguieron que los perdonaran, pero cuando un alumno de la escuela fue agredido por varios de sus compañeros luego que se negara a apoyarlos en su queja, el director Francisco Ortega decidió expulsar a tres estudiantes, lo que provocó que el resto del alumnado se indignara.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">Los estudiantes buscaron el apoyo de la Cámara de Diputados para que los ayudaran a terminar con una expulsión que les parecía injusta, pero al no conseguirlo se reunieron el 27 de abril de 1875 en el Teatro Nuevo México de la capital. Ahí decidieron que ante la cerrazón de las autoridades lo único que les quedaba era hacer una huelga. </span></p><p><span style="font-family: verdana;">Nunca antes en la historia de México había ocurrido algo parecido. Si bien ya había organizaciones obreras que luchaban por sus derechos, los estudiantes no consideraban que podían quejarse por su situación dejando de estudiar.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">De inmediato se les acercaron dos de los políticos más importantes del siglo XIX: Ignacio Manuel Altamirano y Vicente Riva Palacio. Los dos eran veteranos de la guerra contra Francia, eran escritores y estaban en contra del intento de reelección del presidente Lerdo de Tejada. A Riva Palacio y Altamirano les parecía necesario apoyar a los estudiantes, por lo que los aconsejaron para que no parecieran simples revoltosos ante la sociedad mexicana.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">Los estudiantes decidieron que para ganarse el apoyo de la población tomarían clases en los jardines de la Alameda de la ciudad de México. Altamirano les dio algunas conferencias. También le ayudó a varios alumnos que eran pobres, a los que les dio asilo en su casa mientras duró la huelga.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">De inmediato la sociedad se dividió entre los que creían que el paro estudiantil era una pérdida de tiempo y los que pensaban que era la oportunidad para crear un modelo educativo que no dependiera del Estado: una "Universidad libre".</span></p><p><span style="font-family: verdana;">La prensa liberal apoyó a los estudiantes. Riva Palacio, Juan de Dios Peza, Justo Sierra y el cubano José Martí escribieron artículos señalando que era una gran oportunidad para transformar la educación en México y acercarla al nivel que tenía en Europa y Estados Unidos.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">Los estudiantes también buscaron el apoyo de las organizaciones obreras del país, pero desde el principio quedó claro que eran dos sectores muy diferentes. Los obreros venían de un origen campesino, mientras que los alumnos formaban parte de la élite del país. No había forma de lograr entre ellos una unión.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">El gobierno se negó al principio a atender a los alumnos, pero para evitar que el conflicto creciera aceptó una negociación. La posibilidad de crear esa "universidad libre" de inmediato desapareció, pero el gobierno retiró la expulsión de los alumnos que habían participado en la huelga y reconoció su derecho de asistir o no a clases.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">Los estudiantes aceptaron las medidas del gobierno y para el once de mayo de 1875 regresaron a clases. Tenían la intención de mantener vivo el movimiento para crear organizaciones de alumnos en todo el país e impulsar su proyecto de separar a las escuelas del Estado, pero al año siguiente Porfirio Díaz se levantó en armas con su Plan de Tuxtepec y el movimiento estudiantil desapareció.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">Sin embargo, uno de los simpatizantes con esta huelga, el escritor Justo Sierra, intentó durante el gobierno de Manuel González (1880-1884) crear una universidad en la que la libertad fuera el valor más importante. No lo consiguió en ese momento, pero años después con el apoyo de Porfirio Díaz, al fin nació la Universidad de México, que el 1929 alcanzó su autonomía y se convirtió en la UNAM.</span></p><p><span style="font-family: verdana;">Hoy que otra institución fundamental para nuestro país, el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) está sufriendo los embates de un gobierno que insiste en desaparecer la libertad de cátedra para que todas las escuelas y universidades públicas sirvan a sus intereses, es bueno recordar que la lucha por la autonomía universitaria en México es muy antigua y que nuestro país ha progresado gracias a la libertad de sus académicos y creadores. No perdamos esa libertad.</span></p><p><br /></p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-18499932075941202302021-12-02T17:11:00.002-06:002021-12-02T17:11:40.405-06:00Cortés entre nosotros.<p> Hoy se cumplen 474 años de la muerte de Hernán Cortés en un poblado cercano a Sevilla, en España. El conquistador de Tenochtitlan fue muy recordado este año, cuando se cumplieron cinco siglos de la derrota de los mexicas y del nacimiento de la Nueva España. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador prefirió enfocarse en la "resistencia de los pueblos originarios" y no quiso tomar en cuenta que en 1521 comenzó el mestizaje que dio por resultado una nación mexicana que cuenta con una cultura riquísima. Ojalá y en el futuro nuestra sociedad se dé cuenta de que nuestra fortaleza radica en la diversidad y en la capacidad que tengamos para comprender nuestra historia en lugar de echarle la culpa al pasado por los problemas del presente.</p><p>En 1521 comenzó una de las etapas más interesantes en la vida de Hernán Cortés: por una parte obtuvo grandes riquezas y honores luego de haber luchado durante años contra el destino, pero por otro le tocó sufrir los ataques de sus enemigos y de la Corona española, que no querían que Cortés siguiera siendo un hombre muy poderoso. </p><p>Luego de la rendición de Cuauhtémoc el 13 de agosto de 1521, Cortés dispuso que sobre los restos de la vieja Tenochtitlan se construiría una nueva ciudad al estilo de las de España. Se quedó con los predios en los que estuvieron los palacios de Moctezuma y Axayácatl y empezó la construcción de grandes mansiones que mucho tiempo después se convirtieron en el Nacional Monte de Piedad y en el Palacio Nacional. </p><p>En 1522 el rey Carlos I lo nombró Gobernador, Capitán General y Justicia Mayor en Nueva España. De ese modo Cortés concentró todo el poder político, militar y judicial del nuevo territorio de la Corona Española. También fue en ese momento cuando se reencontró con su esposa Catalina Xuárez, (a la que había dejado en Cuba en 1518). Esa relación nunca funcionó y en noviembre de ese año Catalina amaneció muerta en el palacio de Cortés en Coyoacán, una tragedia que complicó por décadas la vida de Cortés.</p><p>El conquistador además pronto se enfrentó con dos problemas: a Nueva España comenzaron a llegar funcionarios de la Corona con la intención de cobrar impuestos y de frenar el poder de los conquistadores. Éstos, por su parte, querían hacer más expediciones para alcanzar la misma gloria que ya tenía Cortés. Cuando su antiguo colaborador Cristóbal de Olid se dirigió por su cuenta a explorar Centroamérica, Cortés lo acusó de insubordinación y lo persiguió con una enorme tropa en la que además se encontraba el Tlatoani Cuauhtémoc. La expedición fue un fracaso, a sus tropas se las tragó la selva, Cortés tuvo que huir de regreso a México por barco pero antes, temeroso de que Cuauhtémoc intentara asesinarlo, lo mandó colgar.</p><p>Cortés pudo regresar a la Ciudad de México, pero se enteró de que las autoridades españolas le impidieron la entrada a la capital y que le habían hecho un juicio de residencia, acusándolo de abusar de su poder. Cortés vivió en Coyoacán hasta 1528, cuando Carlos I le ordenó viajar a España.</p><p>El conquistador se presentó ante la Corona para defenderse de las acusaciones que le hacían en México. No tuvo mucho éxito. Sus problemas con la burocracia española lo acosarían durante todo el resto de su vida. Pero a cambio, en 1529 obtuvo el mayor de sus honores. Carlos I lo nombró Marqués del Valle de Oaxaca y le otorgó un enorme terreno que iba desde el Istmo de Tehuantepec hasta las cercanías de la Ciudad de México. Fue durante mucho tiempo el título nobiliario más importante del Virreinato, aunque su poseedor no tuviera ya el poder que había gozado con la caída de Tenochtitlan.</p><p>Cortés regresó a México con su madre y una nueva esposa; y en su palacio de Cuernavaca se dedicó a planear nuevas expediciones. Se estableció en el Istmo de Tehuantepec donde planeó la construcción de barcos que conectaran a Nueva España con el virreinato del Perú, además de que dirigió varias expediciones hacia el norte. En 1539 el navegante Francisco de Ulloa descubrió en California el golfo que hoy se llama Mar de Cortés.</p><p>Ese mismo año el virrey Antonio de Mendoza ordenó la incautación del astillero y de todos los barcos que tenía Cortés en Tehuantepec. Esto provocó que el conquistador tuviera que viajar de nuevo a España para defenderse. Nunca regresaría a México.</p><p>Entre 1540 y 1547, Cortés se la pasó defendiéndose en la corte española de las acciones del virrey Antonio de Mendoza, participó en una fallida acción militar en Argel y empezó a tener problemas por varias deudas que lo llevaron a empeñar diversas posesiones. </p><p>Falleció a los 62 años ese dos de diciembre de 1547. En su testamento señaló que sus restos deberían descansar en Nueva España en cuanto fuera posible. Eso ocurrió 20 años más tarde, cuando lo depositaron en una iglesia en Texcoco. Luego de pasar ahí varias décadas, en 1794 sus restos fueron depositados en la iglesia de Jesús Nazareno, en la ciudad de México. </p><p>Mientras tanto, en 1562 sus hijos protagonizaron un intento de independizar a Nueva España que les costó el exilio. El Marquesado del Valle de Oaxaca fue propiedad de la familia Cortés durante varios siglos hasta que ésta se extinguió y entonces pasó a una familia italiana llamada Pignatelli.</p><p>En 1836 los Pignatelli vendieron todas las propiedades que aún conservaban en la ciudad de México, temerosas de que el gobierno mexicano se las quitara como ya había intentado hacer tres años antes. Su apoderado, Lucas Alamán, además se encargó de ocultar los restos de Hernán Cortés para que no fueran profanados. Tuvieron que pasar 90 años para que, en 1946 los reencontraran y pusieran una pequeña placa con su nombre. </p><p>Hernán Cortés es fundamental para la historia mexicana. A veces es padre y en otras victimario, según las circunstancias de cada época, pero México sería muy diferente (quizá peor o no necesariamente mejor) si Cortés no hubiera existido. Es un personaje histórico que sigue esperando el día en que los mexicanos dejemos de juzgarlo para comprenderlo en toda su complejidad. </p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-41082541816522631902021-11-25T16:42:00.001-06:002021-11-25T17:33:40.500-06:00El Ejército y AMLO: una amenaza para México. <p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El discurso del Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval durante la ceremonia por el festejo de los 111 años del inicio de la Revolución Mexicana fue, por decir lo menos, lamentable. El general señaló que todos los mexicanos deberíamos apoyar a la Cuarta Transformación para así colaborar con el desarrollo del país:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">“Las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional vemos en la transformación que vive nuestro país el mismo propósito de las tres primeras transformaciones, el bien de la patria. Se enfoca en desterrar la corrupción, procurar el bienestar del pueblo, el progreso con justicia, la igualdad, el crecimiento económico, educación, salud y seguridad entre otros rubros. Como mexicanos, es necesario estar unidos en el proyecto”.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Al parecer el general olvidó que su compromiso como militar es con el Estado Mexicano, con la Constitución y no con el proyecto político del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, también es un reflejo de la conflictiva historia de nuestro ejército, desde que surgió México como un país independiente. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">A diferencia de otras naciones, México ha tenido a lo largo de su historia tres ejércitos. El primero surgió en 1821 y fue la mezcla de las guerrillas insurgentes con las tropas y oficiales que desertaron del Ejército español para unirse al proyecto independentista de Agustín de Iturbide. Este primer ejército siempre se consideró a sí mismo como el verdadero autor de la independencia porque pudo separarnos de España y pretendió unir a los mexicanos bajo un mismo proyecto político. Sin embargo, desde su nacimiento tuvo problemas ya que tenía poco presupuesto y desde el principio presionó al entonces emperador para que les diera más recursos y poder. Al no conseguirlo muchos de sus miembros (como Vicente Guerrero, Antonio López de Santa Anna y Guadalupe Victoria) se levantaron en armas mientras que el resto no defendieron a la monarquía, la cual cayó en 1823.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El primer ejército mexicano tuvo un papel importante en nuestra historia durante la primera mitad del siglo XIX: le tocó enfrentarse a la expedición de Barradas de 1829, a la guerra de Texas en 1836, a la guerra con Francia en 1838 y a la guerra con Estados Unidos en 1847. Sin embargo, seguía siendo un ejército pequeño, pobre y con pocos recursos; además de que sus oficiales se valían de sus cargos y su tropa para intervenir en la política. Al final se unieron a la facción conservadora, pelearon contra Benito Juárez y los liberales y fueron derrotados en 1861.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El segundo ejército mexicano surgió de las guardias nacionales; cuerpos de defensa que existían en cada estado del país para protegerlos de una invasión y también de la delincuencia. Estas guardias nacionales apoyaron a Juárez en la Guerra de Reforma y en la segunda guerra contra Francia entre 1862 y 1867. Con el triunfo republicano se convirtieron en el siguiente ejército y luego Porfirio Díaz se encargó de modernizarlo, aunque nunca le dio recursos suficientes para que se convirtiera en una amenaza para su gobierno. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Ese segundo ejército se encargó más bien de reprimir las sublevaciones campesinas que sufrió México entre 1876 y 1910 y luego se enfrentó a las tropas revolucionarias hasta 1914, cuando desapareció tras la firma de los Tratados de Teoloyucan.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El tercer ejército mexicano, (que existe hasta la actualidad) nació con el Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza en 1913, cuando el entonces gobernador de Coahuila se levantó en armas contra la dictadura de Victoriano Huerta. Tras vencer a ese tirano se enfrentó a Francisco Villa, a Emiliano Zapata, a otros sublevados y también jugó un papel importante en la creación del Estado revolucionario a partir de la promulgación de la Constitución de 1917. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Ahora bien: ¿para qué le sirve a México tener un ejército? pensemos que al norte tenemos un vecino que cuenta con las fuerzas armadas más poderosas del mundo. Pensar en que podríamos ganar una guerra con Estados Unidos es una mera fantasía. Al este tenemos a Cuba, que no fue una amenaza directa para nosotros durante el siglo XIX (más bien la amenaza era de España, quien alguna vez usó la isla para invadirnos en 1829 pero no tuvo éxito). Durante el siglo XX y a pesar de la llegada del comunismo a Cuba mantuvimos una buena relación, la cual sigue hasta el día de hoy.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Al sur tenemos a Guatemala, un vecino con el que nuestra relación siempre ha sido problemática y con quien hemos estado a punto de entrar en guerra en dos ocasiones, durante los gobiernos de Porfirio Díaz y Adolfo López Mateos. Pero fuera de eso hemos preferido recurrir a los cauces diplomáticos para resolver (o sobrellevar) los problemas de una frontera muy compleja debido al flujo migratorio y al tráfico de drogas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">¿Qué hacemos entonces con nuestro ejército? Desde los años de las primeras Fuerzas Armadas Mexicanas, su labor se ha orientado a la política interior. Ante la falta de un cuerpo de policía capacitado el ejército se dedicó a perseguir delincuentes (principalmente bandoleros). Ya fueran tribus indígenas o cuatreros que asolaban la frontera, el ejército los perseguía. Si bien desde la independencia surgieron milicias cívicas que intentaban suplir al ejército en esa función, las Fuerzas Armadas se volvieron muy celosas y no permitieron que esos cuerpos tuvieran mucho poder.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El segundo ejército mantuvo esa costumbre. Aunque ya existían grupos paramilitares como el Cuerpo de Rurales para defender los caminos, fue el ejército quien se encargó de combatir las sublevaciones de Yaquis, Mayas y de reprimir movimientos sociales como las huelgas de Cananea y Río Blanco a principios del siglo XX. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El tercer ejército hizo lo mismo. Desde las matanzas de Topilejo en 1930 y León en 1946, la represión a los trabajadores de 1958 y a los estudiantes de 1968 y el combate a la guerrilla en los 70. Sin embargo, ese tercer ejército que surgió como una pieza del Estado Revolucionario también pasó por una etapa de modernización y no siempre estuvo contento con el papel que le asignó el gobierno de dedicarse a reprimir movimientos sociales. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Junto con esas medidas el ejército se dedicó también a hacer obras sociales: plantar árboles, pintar escuelas, alfabetizar, vacunar niños y otras. Pero su gran función también fue la de combatir la delincuencia, especialmente en zonas muy remotas del país como Sonora y Sinaloa. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El crecimiento del narcotráfico a finales de los años 70 les dio una nueva misión: primero destruían plantíos de mariguana, luego persiguieron a narcotraficantes y con el paso de los años y el crecimiento del problema se volvieron, a los ojos de los políticos mexicanos, la única alternativa para evitar que México se transformara en un "Narco-Estado".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Todo lo anterior se logró porque entre el Ejército y el Estado Mexicano se estableció un "pacto", por el cual el primero reconocía la autoridad del segundo a cambio de recibir constantemente diversos beneficios: más presupuesto, nuevas instalaciones, algo de poder político para algunos de sus miembros y normalmente un cierto espacio para la corrupción.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Durante los años del Primer Ejército el Estado era muy débil y no podía favorecer a sus fuerzas armadas como hubiera querido, por lo que las sublevaciones eran un modo de hacerse poderosos y conseguir recursos. Ese pacto lo comenzó Porfirio Díaz, quien modernizó al ejército y permitió que sus oficiales se enriquecieran, a veces corrompiéndose. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El Estado mexicano del siglo XX revivió ese pacto con el Tercer Ejército; el cual de antemano se consideraba como salido de la Revolución Mexicana. En parte gracias a ese "modus vivendi" el país gozó por décadas de una estabilidad política que no tuvieron otros países de Latinoamérica.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Cuando el PRI empezó a perder el poder a finales de la década de los 80 el rol del ejército tuvo que cambiar: la sublevación zapatista, el fortalecimiento de la oposición (que ganó presidencias municipales, gubernaturas, diputaciones, senadurías y al final la Presidencia de la república), hizo que el ejército tuviera que dialogar con ellos. En algún momento se consideró que ya era necesario unir a la Marina de Guerra con el Ejército y la Fuerza Aérea en una nueva secretaría de Estado que además estuviera dirigida por un civil. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Pero al final eso no ocurrió. Conforme creció el narcotráfico a partir de 2006 también se incrementó la presencia de los militares en las calles. Aunque la Constitución lo prohibía, los gobiernos estatales y el federal decidieron que era necesario usar a los soldados en lo que surgía una policía lo suficientemente capacitada para enfrentarse al problema y regresaba la tropa a los cuarteles. Así pasaron los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Al llegar al poder Andrés Manuel López Obrador, faltó a la promesa que había hecho de terminar con la militarización del país. En realidad les dio más poder al poner en sus manos la construcción del nuevo Aeropuerto "Felipe Ángeles", al encargarse del Tren Maya, de las Aduanas y al entregarles la Guardia Nacional, un cuerpo creado para combatir a la delincuencia que supuestamente sería manejado por civiles pero siempre ha tenido una enorme influencia del ejército. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Con todo eso las Fuerzas Armadas han conseguido un enorme poder y mucho dinero; lo que ha provocado que se corrompan. Justo hace unos días "Latinus" informó que revisó 966 contratos otorgados por el ejército para la realización de diversos servicios en la construcción del nuevo aeropuerto y encontró que muchas de las empresas contratadas están acusadas de desvío de recursos o sus domicilios fiscales no corresponden a las funciones que dicen realizar. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Dice "Latinus" en su reportaje: "encontramos empresas fantasma, compañías acusadas de desvío, proveedores de juegos infantiles a los que rentaron tractocamiones, y hasta un señor en una pequeña tlapalería que, según los papeles, es el principal contratista del aeropuerto".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">La respuesta del gobierno de AMLO fue declarar todas sus obras como "Seguridad Nacional" por lo que no tendría que informarle a nadie qué está haciendo y cuanto gasta en ello. Eso es un golpe descarado a la libertad de información que además lastima seriamente la imagen del ejército. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Según López Obrador es necesario confiarle cada vez más labores a las Fuerzas Armadas porque ellas son patriotas, disciplinadas e incorruptibles; pero la historia nos demuestra que cuando los generales reciben mucho dinero, rápidamente se corrompen. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Las medidas de AMLO son transexenales. Los próximos gobiernos tendrán que lidiar con un Ejército muy poderoso que bien puede entrometerse en la política, creyendo que ellos son los únicos que pueden resolver los problemas nacionales. Para una nación que se ha formado en una tradición civilista, eso sería un golpe que tardaría muchos años en sanar. </span></p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-16204134090171920672021-11-18T16:20:00.003-06:002021-11-18T16:20:50.533-06:00¿Para qué sirvió la Revolución Mexicana?<p><span style="font-family: helvetica;"> A juzgar por la propaganda oficial, la Revolución Mexicana comenzó el 20 de noviembre de 1910 cuando Francisco I. Madero convocó a la población del país a sublevarse contra la dictadura de Porfirio Díaz; y terminó el 18 de marzo de 1938 cuando el presidente Lázaro Cárdenas expropió el petróleo para la felicidad eterna de los mexicanos.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">En realidad no es fácil establecer cuándo comenzó y terminó la Revolución. Ese 20 de noviembre en realidad no pasó nada. Madero no encontró hombres suficientes para comenzar su lucha y Porfirio Díaz se llevó a su familia a comer al restaurante del hotel Geneve (que ahí sigue en la Zona Rosa) para mostrarle al país y al mundo que todo estaba en paz. La verdadera guerra comenzó a principios de 1911 con varias guerrillas que se formaron en el norte del país. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Creer que la Revolución terminó en 1938 con la expropiación tampoco es correcto. Los gobiernos posteriores, por lo menos hasta los años 90, insistieron con que la Revolución seguía viva, pero ahora transformada en un movimiento que buscaba mejorar las condiciones de vida del pueblo mexicano (a cambio de que el PRI se mantuviera por siempre en el poder, porque demócratas nunca fueron). </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">¿Qué fue entonces la Revolución Mexicana? ¿Cuándo comenzó y terminó? y lo más importante: ¿para qué sirvió?</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">La Revolución fue primero una guerra civil que se libró por lo menos desde 1909 (si incluimos la rebelión zapatista en Morelos) y duró hasta 1929 con la rebelión escobarista y la fundación del Partido Nacional Revolucionario (el antecesor del actual PRI). Luego, se convirtió, como dije antes, en un movimiento político para legitimar a un grupo que llegó al poder en 1916 (luego de derrotar a Francisco Villa) y se mantuvieron en la silla presidencial hasta el año 2000. Aunque hay quien diría que ese grupo regresó al poder en 2018, con nuevos integrantes pero un discurso muy antiguo. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">En su primera etapa la Revolución tuvo líderes distintos y diferentes objetivos. Por un lado estaban los hermanos Flores Magón con su proyecto obrero-anarquista; luego apareció Francisco I. Madero con un objetivo más liberal y democrático (terminar con la dictadura de Díaz y que al fin el voto de los ciudadanos tuviera valor); por la misma época aparecieron Francisco Villa y Emiliano Zapata con sus reclamos sociales (tierra para los campesinos y terminar con la pobreza y el atraso); también apareció Venustiano Carranza con el objetivo de crear un nuevo Estado en el que la presidencia tuviera todo el poder a través de aliarse con obreros y campesinos; y al final llegaron Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles: el primero con la creación de instituciones muy importantes como la Secretaría de Educación Pública y el segundo fundó el Partido de la Revolución.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">La segunda etapa comenzó en 1929 y yo propongo que terminó en 1997. En ese periodo la presidencia de la república y el partido oficial se convirtieron en las piezas fundamentales del sistema político mexicano; consolidaron su poder y nadie pudo quitárselos hasta que perdieron la mayoría en el Legislativo a mediados del sexenio de Ernesto Zedillo y luego la presidencia tres años más tarde.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">En esos 71 años el país tuvo una serie de gobiernos que impulsaron el gasto público, controlaron la economía, invirtieron en la creación de infraestructura y crearon un fuerte discurso nacionalista. Siempre insistieron con la Revolución seguía viva (a pesar de que la guerra civil hubiera terminado) y ahora su meta era terminar con los males históricos de México: la miseria, la ignorancia y la injusticia. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Sin embargo, para lograr todo eso decían que la única opción radicaba en mantenerse en el poder para siempre: la posibilidad real de que un partido diferente al oficial ganara la presidencia de la república en unas elecciones era nula. México no era una democracia: era un país gobernado por un régimen paternalista, autoritario, nacionalista, más o menos anticomunista (según las circunstancias de cada momento) y muy cerrado al exterior.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">¿Sirvió de algo todo eso? Pues por un lado, durante el siglo XX creció la clase media: la cual contaba con servicios médicos y educativos gratuitos, en una economía que llegó a crecer al 6% anual. Pero por otro lado la pobreza nunca desapareció (ni el analfabetismo ni las injusticias). Pasar tantas décadas gobernado por un mismo partido (aunque se adaptara levemente a las circunstancias de cada época) al final llevó a una perversión del sistema que se manifestó en momentos muy trágicos para México; como la represión a los trabajadores en 1958, la matanza de Tlatelolco diez años más tarde, las crisis económicas de los años 70 y 80 y al final el profundo debilitamiento del sistema.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">México salió de esa etapa con grandes carencias (porque los gobiernos de la Revolución nunca pudieron resolverlas), pero con la esperanza de que en el siglo XXI construiría un sistema democrático en el que el voto sería respetado, tendríamos un libre juego de partidos basado en el respeto a la ley, que tanto el mercado como la sociedad civil jugarían un papel importante para modernizarnos y poco a poco nos convertiríamos en una nación moderna y próspera. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Lamentablemente muchos de esos sueños no se cumplieron. Por eso ahora tenemos un gobierno que mira con nostalgia a esos años en los que todo el país se controlaba desde Palacio Nacional; que contaba con un partido oficial fuerte que le servía para impedir que cualquier movimiento opositor se convirtiera en una amenaza; y una sociedad pequeña y cerrada ante el mundo que era fácilmente controlable a través de la propaganda nacionalista. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">La Revolución no le hizo justicia a todo el país: mejoró muchas cosas, pero al momento de hacer las cuentas queda claro que es más lo que nos quedó a deber. Lo más importante: no propició la creación de una sociedad civil que participara en la política; ni le interesaba hacerlo. Sabía perfectamente que sí México llegaba a contar con una sociedad crítica y participativa, tarde o temprano perderían el poder. Por eso era más fácil gobernar repartiendo "atole con el dedo". </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">¿Qué podemos aprender de la Revolución Mexicana? Primero, que fue algo mucho más complejo de lo que nos contaron en la escuela. Segundo, que si bien impulsó la economía, no sirvió para crear un país democrático; y tercero: que sólo saldremos adelante si nos alejamos de esos "hombres providenciales" que nos envuelven con sus mentiras y mejor nos ponemos a trabajar todos los días para construir la nación que nosotros y nuestros descendientes merecemos. </span></p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-65806442781239504812021-11-11T16:44:00.003-06:002021-11-11T16:44:57.976-06:00AMLO, Echeverría y la ONU.<p> A principios de esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador viajó a Estados Unidos para presidir la sesión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.</p><p>Para los que lo apoyan, el viaje de AMLO merece estar en "los salones del templo de la Historia", como dijo Antonio Attolini. Otros somos más escépticos sobre esa visita.</p><p>El presidente tuvo la ocurrencia de presentar ante el Consejo de Seguridad un "Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar para el Mundo" (el mundo mundial, se entiende), en el que básicamente le propone a los países más importantes del planeta aplicar las políticas de la 4T para terminar con la pobreza en todo el orbe. </p><p>Este plan consiste en realizar un enorme censo para detectar a la "población objetivo" que se beneficiaría de estas medidas (aunque luego señalaron que de entrada 750 millones de personas tendrían derecho a una vida digna, sin aclarar por qué ese número y no otro. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo más de mil millones de personas viven con menos de un dólar al día).</p><p>Luego de hacer el censo, la ONU, apoyada por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial organizarían un gigantesco programa para brindar pensiones a adultos mayores, becas para estudiantes, apoyos a jóvenes, pensiones para niños con discapacidad, vacunas y medicamentos gratuitos.</p><p>¿Cómo se pagaría este programa, que supuestamente necesitaría de un billón de dólares al año? pues pidiéndole a las mil personas más ricas del mundo que contribuyan con el 4% de sus fortunas, que las mil corporaciones más importantes hagan lo mismo y que cada país perteneciente al G-20 ponga el 0.2% de su PIB.</p><p>México pertenece al G-20 y su PIB en 2020 fue de 1076 millones de dólares, o sea que estaría obligado a contribuir con cerca de 237 millones de dólares a este programa de bienestar mundial; sin aclarar si eso sería una contribución única o anual. Además de que no queda claro qué pasaría si las corporaciones y los ricos del mundo simplemente se niegan a contribuir con sus fortunas a este plan.</p><p>Al final el discurso de AMLO fue una mera ocurrencia que rápidamente el representante de Rusia se encargó de desechar. Si en México esos programas no han servido (en lo que va del sexenio tenemos casi cuatro millones de nuevos pobres y 15 millones sin acceso a servicios de salud), ¿por qué iba a funcionar para todo el planeta?</p><p>La presencia de AMLO en la ONU fue otra oportunidad perdida. Si lo hubiera meditado con calma (y si lo hubieran asesorado) habría sabido que era un excelente momento para relanzar uno de los documentos más importantes de la historia diplomática de México: la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados. </p><p>La también llamada "Carta Echeverría" fue un documento aprobado por la Asamblea General de la ONU el 14 de diciembre de 1974, luego de dos años de negociaciones por parte de varios políticos mexicanos muy importantes como Jorge Castañeda Álvarez de la Rosa y Porfirio Muñoz Ledo. </p><p>A principios de los 70 el mundo estaba dividido entre los bloques capitalista y comunista, pero se había consolidado un "Tercer Mundo" que buscaba tener un crecimiento más armónico sin tener que depender de eso dos titanes. </p><p>Experiencias anteriores como la Conferencia de Bandung de 1955 habían impulsado la creación de ese Tercer Mundo en el que México, desde los años de Adolfo López Mateos, jugaba un papel muy importante.</p><p>La "Carta Echeverría" proponía que se creara un orden mundial más justo que ofreciera opciones de desarrollo y crecimiento para los países pobres.</p><p>Había que crear un nuevo sistema de relaciones económicas que se basara en la igualdad, en respeto a la soberanía y la equidad. También señalaba que había que defender el derecho de cada nación a elegir su sistema político y económico sin presiones de otros países, a eliminar el colonialismo, proponer el desarme, regular las inversiones extranjeras, facilitar el acceso a ciencia y tecnología y disponer libremente de sus recursos naturales. </p><p>La carta fue respaldada por 40 países miembros de la ONU, pero al final no tuvo éxito porque no era un documento vinculante (no obligaba a todos los países a obedecerla) y además llegó en un momento en el que el modelo del Estado benefactor estaba en crisis, pocos años después surgió el Neoliberalismo y además esos países del Tercer Mundo llegaron a los años 80 con tremendas crisis económicas que redujeron su capacidad de influir en el resto del planeta.</p><p>En 2021, cuando se supone que el Libre Mercado va en retroceso y estamos viviendo el regreso del Estado, relanzar la "Carta Echeverría" (modernizándola) pudo ser mucho más interesante para el resto del planeta en lugar de escuchar el discurso anquilosado al que nos tiene acostumbrados nuestro presidente. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-2223533777707605202021-11-04T16:13:00.004-06:002021-11-04T16:13:56.907-06:00Los expresidentes de México en el momento de su muerte.<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Todo Estado necesita para sobrevivir de una historia en común y de una serie de símbolos y rituales que le den sentido a su existencia; que le permitan imaginarse al mismo tiempo el pasado que tuvo y el futuro que quiere construirse. Dentro de esos rituales uno de los más importantes consiste en rendir honores a sus antiguos gobernantes al momento en que éstos fallecen. Estos funerales de Estado sirven entre otras cosas para reconocer el legado que deja tras de sí el exgobernante fallecido y para que los países recuerden su historia y vuelvan a plantearse el futuro que quieren tener.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">En el caso mexicano, la historia de los funerales de sus expresidentes es una buena herramienta para comprender cómo ha cambiado nuestra visión hacia el poder. Los expresidentes han pasado de ser figuras reverenciales a convertirse en sujetos de burla y hasta de muy serios cuestionamientos por las decisiones que tomaron cuando gobernaban al país. En este momento de nuestra historia no tenemos una buena opinión sobre nuestros expresidentes. En las últimas décadas los escándalos por corrupción han debilitado a la institución presidencial en México.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Además de ser una oportunidad para reflexionar sobre el pasado y el futuro y también para que el Estado consolide su continuidad histórica (porque todos los gobiernos necesitan también de la antigüedad para legitimarse), el funeral de un expresidente puede servir para otros fines. Estas ceremonias ayudan a que los grupos políticos se reconcilien entre ellos; también para que la nación reconozca a los gobernantes que en vida no gozaron del respaldo que alguna vez merecían, para consagrarlos como nuevos héroes de la patria y hasta para simplemente recordar a los que hacía mucho tiempo estaban en el olvido. Cada funeral de un expresidente está marcado tanto por lo que esa persona hizo cuando tenía el poder, como por las circunstancias que enfrenta el gobierno al que le toca hacerle las exequias. Por estas razones no sería raro que en el futuro los expresidentes que hoy están vivos tengan un funeral de Estado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">¿Cómo han sido estas ceremonias en México en los siglos XX y XXI? Los funerales de Estado siempre han estado influidos por el ceremonial militar. El ejército mexicano es el guardián de los símbolos patrios y de los rituales que el Estado ha creado para homenajearlos. En todas las ceremonias más importantes (la protesta de un nuevo presidente, los informes de gobierno y la fiesta del inicio de la Independencia nacional) el ejército está presente para rendirle honores al jefe de Estado. En 1945 al momento de morir el expresidente Plutarco Elías Calles, su sucesor el presidente Manuel Ávila Camacho decidió que sería la Secretaría de la Defensa Nacional la que organizaría el funeral. Eso marcó a todos los funerales que siguieron hasta 2012. Sin embargo, la ceremonia siempre tuvo cambios debido a diversas circunstancias. Considero que la más importante radica en que el Estado mexicano siempre ha tenido una orientación civilista. Desde 1946 los comandantes supremos de las Fuerzas Armadas han sido civiles.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Formalmente no hay un ritual para el funeral de un expresidente de la República. Hay rituales para los presidentes en funciones y para los altos mandos del ejército. Al no existir este ritual hubo que construirlo tomando elementos de los dos anteriores y añadiéndole aspectos civiles. Eso también estuvo determinado por las circunstancias de cada fallecido y fueron creando con el paso de los años un ritual que es producto tanto de la necesidad como de las costumbres de cada tiempo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Básicamente estas exequias tenían tres etapas: el velorio, el cortejo fúnebre y propiamente el funeral. La característica más importante del velorio radica en que el presidente de la Republica en turno debía acudir al sitio donde se realizara para hacer una guardia de honor. Normalmente era en el domicilio del difunto, pero en algunas ocasiones se realizó en funerarias. Ése era el primer gesto de homenaje y respeto que un gobierno presentaba ante un expresidente fallecido. Esas guardias no tenían una duración específica; normalmente era un acto de pocos minutos, pero hubo una ocasión en la que un presidente decidió pasar toda la noche velando a un antiguo primer mandatario.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">La segunda etapa es el cortejo fúnebre. Una enorme procesión que lleva al fallecido al sitio de su sepultura. En los primeros años el cortejo tuvo un carácter marcadamente militar: batallones, compañías, carros ligeros, entorchados, banderas y bandas de guerra abrían el paso a la carroza funeraria y a los dolientes que acompañaban al expresidente a su última morada.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">La última etapa es propiamente el funeral. El fallecido era enterrado o su ataúd se introducía en una cripta. Hubo expresidentes a los que años más tarde se les exhumó para depositar sus restos en otro lugar y sólo hay un caso (el más reciente, de Miguel de la Madrid) en el que el exmandatario fue incinerado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Desde 1945 los expresidentes fallecidos yacen en distintos cementerios: algunos están en el Panteón Civil de Dolores, otros en los panteones franceses de San Joaquín y La Piedad, en el Panteón Jardín, en el Panteón Militar ubicado a la salida a Cuernavaca, en el Panteón Español, en la Basílica de Guadalupe, en la Iglesia de Santo Tomás Moro en Coyoacán, y en un cementerio municipal en Ensenada, Baja California. En tres casos se han creado o acondicionado recintos laicos para recibir los restos: el mausoleo de Adolfo López Mateos en Atizapán de Zaragoza y las tumbas del Monumento a la Revolución para Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. Los sitios donde están los restos de los expresidentes fueron elegidos tomando en cuenta tanto las decisiones de los familiares como las necesidades de los gobiernos de la República que deseaban darles un realce a los fallecidos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">En el funeral normalmente se cumplía una serie de ceremonias: la interpretación del himno nacional y de la marcha de honor para rendirle homenaje al presidente de la República que también estaba presente; el toque de silencio para el expresidente fallecido, la bandera nacional colocada sobre el féretro para que después fuera plegada con todo cuidado y se les entregara a los familiares; los discursos fúnebres, que normalmente eran dos y corrían a cargo de un funcionario del gobierno en turno y el otro de alguien que hubiera trabajado con el fallecido, y en algunos casos el disparo de 21 salvas en honor del difunto. Hubo también ocasiones en las que este “ritual funerario ex-presidencial” se realizó junto con rituales religiosos o espirituales. En varios casos hubo sacerdotes católicos presentes; en una ocasión se llevó a cabo un ritual masónico; pero el Estado mexicano (por lo menos desde las fechas que comprende este libro) se preciaba de su carácter laico, por lo que esas ceremonias se realizaban sólo con la presencia de la familia del difunto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Este modelo de ritual funerario ex-presidencial fue consolidándose con el paso de las décadas, pero no en todos los casos se cumplió. En cuatro ocasiones el presidente de la República en turno no acudió al velorio de un expresidente, tres por compromisos de agenda y uno para marcar claramente el rechazo de un gobierno a uno de sus antecesores, lo que rompió la necesaria continuidad histórica que mencioné antes. El cortejo fúnebre que tenía un fuerte componente militar se fue convirtiendo con el paso de los años en una pequeña procesión formada por los amigos y familiares del difunto, y uno de los funerales (quizá el más triste en esta historia) no contó con la presencia del presidente ni de los expresidentes, no hubo discursos ni toque de silencio y el himno nacional tuvo que ser interpretado por los desconcertados asistentes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Con el paso de los años surgió una nueva etapa en este modelo: el “homenaje de cuerpo presente”, que consistía en que el fallecido era llevado a un recinto para hacerle más guardias de honor o pronunciar discursos en su memoria. El recinto elegido debía tener alguna relación con la vida política del fallecido y era una manera de vincularlo con la organización que le rendía homenaje. El primer “homenaje de cuerpo presente” fue para Adolfo López Mateos en 1969, al cual llevaron al Senado de la República y luego al auditorio de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje para recordar que antes de ser presidente fue secretario del Trabajo. El segundo caso fue Lázaro Cárdenas, quien antes de recibir un enorme homenaje en el Monumento a la Revolución fue llevado primero a la Cámara de Diputados y después a la Confederación Nacional Campesina, para enfatizar el apoyo que dio a ese sector durante su gobierno. Los siguientes casos fueron los de Adolfo Ruiz Cortines (también a la Cámara de Diputados), Gustavo Díaz Ordaz y Miguel Alemán (los dos en el Senado de la República). Si bien el funeral de Lázaro Cárdenas es hasta la fecha el más grande que se ha realizado (porque duró varios días y por el lugar en que fue inhumado), el homenaje luctuoso a Miguel de la Madrid tuvo dos elementos que no existieron en los casos anteriores: la ceremonia se realizó en el Palacio Nacional (algo que no se había hecho desde la muerte de Álvaro Obregón en 1928) y el discurso principal corrió a cargo del presidente de la República Felipe Calderón. Ningún otro expresidente tuvo un homenaje de esa talla, lo que demuestra la importancia de las circunstancias políticas en el momento en que fallece un ex-primer mandatario.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Entre 1945 y 2012 (los años en que murieron Plutarco Elías Calles y Miguel de la Madrid) </span><span style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana;">ocho expresidentes fallecieron en sus casas y los cinco restantes en hospitales. Once de los muertos fueron velados en sus mansiones y sólo dos en funerarias. Sólo un expresidente murió en el extranjero. El más joven en morir fue Manuel Ávila Camacho con 58 años y el más anciano fue Emilio Portes Gil con 88. La mayoría murió por infartos provocados por diversas causas: males del hígado, enfermedades pulmonares, diabetes y afecciones del corazón. Sólo uno tuvo una larga agonía que duró meses y que provocó una enorme tristeza en el país: Adolfo López Mateos.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana;">Además de la presencia del presidente de la República se esperaba que a estos funerales acudieran los expresidentes como una forma de reconocer a alguien que desempeñó el mismo cargo y seguramente tuvo que enfrentarse a presiones y problemas parecidos. Sin embargo, en ninguno de estos funerales estuvieron presentes todos los expresidentes. Sólo en las exequias a Manuel Ávila Camacho asistieron cuatro exmandatarios; lo normal era que asistieran tres o sólo uno. Al no estar obligados a hacerlo seguramente acudían a los funerales de aquellos por los que sentían afecto o una obligación moral.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">México está viviendo un momento en el que otra vez tiene a un presidente fuerte con una institución presidencial débil. Andrés Manuel López Obrador se considera a sí mismo como un gobernante que conoce a fondo la historia de México y entiende su importancia política. Sin embargo, también ha tenido enfrentamientos con los expresidentes vivos, a los que normalmente echa la culpa de los problemas que ahora vive el país. ¿Sería posible que, en caso de que un expresidente fallezca durante este sexenio, el gobierno de López Obrador le organice un funeral de Estado? ¿O consideraría que ningún exmandatario merece un homenaje de ese tipo, así como les retiró las pensiones? ¿Habrá tomado en cuenta López Obrador que en algún momento un futuro expresidente debería brindarle exequias oficiales por haber sido el jefe del Estado mexicano?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana;"></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Es imposible por ahora responder estas preguntas. Sólo cuando muera un expresidente (en el sexenio actual o en el futuro) sabremos si esa persona recibirá un homenaje por parte del Estado al que en algún instante gobernó, si su muerte será usada o no para legitimar a los que en ese momento dirijan los destinos de nuestro país y de qué manera será analizado su legado histórico. Tarde o temprano lo sabremos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><a href="https://www.amazon.com.mx/Los-%C3%BAltimos-honores-Funerales-presidenciales-ebook/dp/B098BSWL3B/ref=sr_1_2?__mk_es_MX=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&crid=4BW5MH0ZO86E&keywords=Arno+Burkholder&qid=1636063873&s=books&sprefix=arno+burkholde%2Cstripbooks%2C757&sr=1-2" target="_blank">(Fragmento del libro "Los últimos honores. Funerales presidenciales en México", México, Editorial Grijalbo, 2021).</a></span></p><div><br /></div>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-67682982579402992752021-10-28T16:26:00.002-05:002021-10-28T16:26:15.072-05:00AMLO y la UNAM, ¿De qué se trata?<p> Desde hace más de una semana el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha dedicado en sus conferencias mañaneras a atacar a la Universidad Nacional Autónoma de México. </p><p>La ha criticado porque supuestamente "se "hamburguesó" (creo que quiso decir que la UNAM se había "aburguesado"); se convirtió en una universidad de derecha que abandonó el pensamiento crítico, se entregó totalmente al Neoliberalismo y dejó de cumplir con su responsabilidad crítica.</p><p>Luego dijo que el rector ganaba un sueldo demasiado elevado: de doscientos mil pesos (en realidad no llega a los 178 mil) y que la universidad necesitaba "una sacudida", aunque recalcó que respetaba la autonomía universitaria. </p><p>Mao Zedong dijo alguna vez que el caos bajo los cielos era una magnífica situación. Lo cierto es que México vive en la incertidumbre desde que AMLO ganó las elecciones de 2018. Como ejemplo están la suspensión de las obras del aeropuerto de Texcoco y la construcción de otro en Santa Lucía, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas que constantemente han sido criticadas por su precio e ineficiencia, la contrarreforma energética que le devuelve al Estado el monopolio de la producción de electricidad y la reforma fiscal que ha sido considerada como una medida para aterrorizar a los contribuyentes.</p><p>Además, el presidente ha usado sus conferencias de prensa mañaneras para exhibir a quienes considera sus enemigos: Claudio X. González, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, los diarios Reforma, El Universal, El Financiero y Financial Times, las organizaciones de la sociedad civil, los tuiteros que todos los días señalan los errores de este sexenio y hasta la clase media "aspiracionista" son acusados de provocar todos los males del país.</p><p>A ese grupo se suma la UNAM. La pregunta es: ¿por qué?</p><p>El "estilo personal de gobernar" (citando a Cosío Villegas) de AMLO lo lleva a tomar todas las decisiones y a ser la única voz de su gobierno. Esa concentración del poder hace que sus filias y fobias, sus anhelos e intereses; todo se conjunta en ese espectáculo que es la conferencia mañanera. </p><p>Por un lado tenemos a un presidente que durante su paso por la UNAM no fue un alumno destacado: tardó 14 años en acabar la carrera de Ciencias Políticas y al final salió con un promedio de 7.54. Además, su crítica a la UNAM demuestra que no está informado sobre todo lo que ha hecho la Universidad en los últimos años. Si hubo un sitio que criticó severamente a los gobiernos mexicanos contemporáneos (desde Carlos Salinas y hasta Enrique Peña Nieto), ese lugar fue la UNAM.</p><p>Tan así que entre 1994 y 2018 la mayoría de los altos funcionarios públicos (incluidos los presidentes) no estudiaron en la UNAM; ahora salieron del IPN, la UIA, la ELD y la UP, además de que la mayoría hicieron sus posgrados en otras universidades privadas o en el extranjero.</p><p>Por el otro lado tenemos a una de las universidades más grandes y complejas del mundo, con una población de más de 400 mil integrantes, entre estudiantes, académicos y administrativos. </p><p>Una universidad que nació en 1910 y en 1929 alcanzó su autonomía, que en los años de Lázaro Cárdenas tuvo conflictos con el gobierno por defender su libertad de cátedra, que también es uno de los proyectos sociales más importantes del Estado Mexicano (ya que el modelo de universidad de masas tenía por objeto crear una enorme clase media), que luego tuvo conflictos con Díaz Ordaz y Echeverría, sobrevivió a la huelga de 1999 y sigue siendo la más importante de México. </p><p>¿Qué está pasando en el fondo? Parece que el presidente usa las mañaneras para distraer al país de sus verdaderos problemas: la inflación ya sobrepasó el 6%, han muerto cientos de miles de personas por la epidemia del COVID y la violencia provocada por el crimen organizado no ha descendido a pesar de la política de los abrazos y no balazos.</p><p>Por otro lado, la UNAM cambiará a su rector en 2023, justo cuando se fortalezca la carrera por la presidencia de la república y controlar a la Máxima Casa de Estudios es una tentación para cualquier gobierno, especialmente para el que tenemos ahora. </p><p>Además, <a href="https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/salvador-camarena/2021/10/26/amlo-vs-universidades-mas-alla-de-la-unam/" target="_blank">el periodista Salvador Camarena</a> señaló hace unos días que en el fondo los ataques a la UNAM pueden tener por objeto controlar a todas las universidades a través de un Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior, que podría influir en la designación del presupuesto para las universidades públicas y en el reconocimiento a las privadas. </p><p>La UNAM siempre ha sido un espacio en el que convergen ideologías muy diferentes. Las huelgas de 1968, 1986 y 1999 mostraron a una comunidad universitaria que no siempre caminaba en una misma dirección. </p><p>Y tenemos un presidente que, al parecer, cree que todos sus proyectos siempre funcionarán. Ojalá no se equivoque con la UNAM. El país no necesita que su universidad más importante entre en una etapa de crisis y menos en este momento.</p><p><br /></p><p><br /></p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-2835198425909723032021-10-21T16:45:00.002-05:002021-10-21T16:45:37.087-05:00¿La historia tiene fecha de caducidad?<p> Desde hace como dos semanas el flautista Horacio Franco está proponiendo que le cambien el nombre a la calle Isabel la Católica, supuestamente porque es otro símbolo del genocidio que sufrieron nuestros pueblos originarios. </p><p>Ese tema ya está muy comentado: al respecto diré que la reina española es también nuestro antepasado y que una historia que elimina unos aspectos para enaltecer otros es falsa y sólo busca corromper al presente.</p><p>Lo que me interesa comentar hoy es algo que le dijo Franco a una amiga tuitera: "Isabel la Católica ya no tiene nada que ver con la historia contemporánea mexicana" </p><p>¿En qué momento un personaje histórico "caduca" y deja de ser importante para el presente?</p><p>No es la primera vez que escucho decir eso. Hace unos años tuve una discusión con alguien que hoy dirige un muy importante periódico de la ciudad de de México porque, según él, Vicente Guerrero ya no tiene nada que decirle a los mexicanos. </p><p>Esa forma de pensar está relacionada también con la idea de que entre el pasado y el presente no hay ninguna relación. El presente se explica a sí mismo y el pasado es un mero catálogo de hechos que, a lo más, produce un "gozo estético" examinarlo.</p><p>En realidad no es así. El pasado y la historia son complejos porque nunca dejan de influir en el presente. Cada vez que nuestro tiempo se encuentra en una crisis (o sea, siempre), lo primero que hace es revisar el pasado para entender cómo surgió ese problema, de qué manera fue cambiando con el paso del tiempo y de qué forma podría solucionarse, aplicando o no las estrategias que se usaron antes. </p><p>Como dijo Benedetto Croce: "Por remotos o remotísimos que parezcan cronológicamente los hechos que entran en ella, en realidad, la historia siempre se refiere a las necesidades y situaciones del presente. Toda historia es por tanto historia contemporánea".</p><p>No se trata de si Vicente Guerrero o Isabel la Católica tienen algo que decirle a los mexicanos del siglo XXI; sino de cuáles son nuestros problemas y con base en ellos qué preguntas le hacemos a esos personajes y a todo el pasado.</p><p>Cuando vemos la historia desde el presente, el pasado siempre tendrá algo que ver con nosotros sin importar qué tan remoto sea.</p><p>Un ejemplo al respecto: hace dos días la revista <i>Nature</i> publicó que un grupo de científicos, los cuales analizaron los anillos del tronco de un árbol ubicado en la zona de Terranova en Canadá, determinaron que en ese sitio existió una colonia de vikingos, alrededor del año 1021 d.C.; 471 años antes de que Cristóbal Colón llegara al Caribe y transformara la historia mundial.</p><p>¿Esos vikingos ya no tenían nada que decirle al presente? más bien nuestro tiempo tuvo la capacidad de hacerle nuevas preguntas al pasado y además tiene los adelantos científicos necesarios para hacer esas preguntas. En este momento que, volviendo a Horacio Franco, está de moda la historia que no le concede ningún mérito al Descubrimiento de América y sólo lo considera un genocidio, la existencia de una colonia vikinga en Canadá hace mil años tiene una importancia hasta política. </p><p>La historia siempre es importante y siempre tiene algo que decirle al presente. Sólo es cuestión de saber qué preguntarle.</p><p>Y estoy absolutamente en contra de que le cambien el nombre a la calle de Isabel la Católica. </p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-82848458242171776452021-10-14T16:32:00.000-05:002021-10-14T16:32:17.584-05:00¿Podemos aprender de la Historia?<p> "Occidente siempre ha esperado demasiado de su historia" dijo Marc Bloch en su famoso libro <i>Apología para la historia</i>. Somos una cultura que se ha alejado de las explicaciones divinas y que busca en el pasado las pistas para comprenderse y así planear su futuro, o para culpar a nuestros ancestros de los problemas que tenemos hoy. Muchas veces es todo eso al mismo tiempo. </p><p>¿Podemos aprender de la historia? Hay una frase muy famosa que mucha gente repite aunque tal vez no entiendan bien su significado: "El que no conoce su historia está condenado a repetirla". Eso significaría que la historia es un producto peligroso que se vale de la ignorancia para mantenerse entre nosotros y nos provoca problemas a cada rato, pero si hacemos el esfuerzo por conocerla eliminaremos ese peligro y podremos caminar seguros por la vida. </p><p>Ojalá fuera tan simple como eso, pero en realidad nada nos asegura que el futuro será más sencillo tan sólo por conocer el pasado. ¿Por qué entonces le damos tanto valor a la historia?</p><p>Occidente ha tenido dos formas esenciales de explicarse cómo transcurre el tiempo y de qué forma nos afecta. Hace miles de años los griegos creían que el tiempo era circular: la vida transcurría a través de ciclos que se repetían continuamente, por lo que aprender del pasado serviría para protegerse ante el futuro, pero también eso creaba una visión fatalista: hagas lo que hagas de todos modos la historia se repetirá y, citando a José Alfredo: "caerás en los mismos errores".</p><p>Por otra parte, la cultura judeocristiana creó una visión lineal de la historia: todo tiene un inicio y todo tendrá un final. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis y el Juicio Final, la historia humana es la lucha por merecer la Gloria después de la muerte. Entonces, mas que conocer la historia lo que necesitaría el ser humano es aprenderse de memoria los Diez Mandamientos y aplicarlos todos los días para así no cometer ningún pecado e irse derechito al Paraíso. </p><p>Sin embargo, esa forma de pensar hace creer que la historia no es necesaria puesto que en el Universo todo ocurre sólo una vez. Pero resulta que no es así. El Judaísmo y el Cristianismo son religiones en las que los acontecimientos históricos y el diálogo entre el hombre y Dios son una constante. En las ceremonias de ambas religiones todo el tiempo se recuerdan acontecimientos (reales o falsos) ocurridos en el pasado y que le dan sentido al presente. </p><p>Entonces, por un lado Occidente sigue creyendo que todo es un ciclo y todo se repetirá; y por otro lado todo es una línea y sólo ocurrirá en una ocasión. Con base en estas dos interpretaciones de la historia surgieron muchas otras como la que cree que el tiempo es algo así como una espiral que siempre pasa por el mismo sitio pero a un nivel diferente; o la explicación de que el tiempo se divide en múltiples ramas y cada una a su vez en otras ramas que son independientes entre sí pero al mismo tiempo están relacionadas. </p><p>Entonces, ¿podemos o no aprender de la historia? Durante siglos la respuesta fue afirmativa: la historia era la mejor consejera de los poderosos porque a través de las experiencias de otros hombres podrían tomar decisiones que les fueran convenientes. Pero con el arribo de la modernidad (y especialmente entre los siglos XIX y XX) esta forma de pensar fue severamente criticada. El pasado parecía algo muerto y desechable. Sólo valía la pena medir e interpretar el presente para así planear el futuro. </p><p>Lo cierto es que en el siglo XXI seguimos influidos por los que dicen que si conocemos el pasado dominaremos el futuro y por los que creen que ignorando el pasado tendremos un buen destino. </p><p>¿Yo qué creo? que sí podemos aprender de la historia, que el conocimiento del pasado puede mejorar nuestras vidas pero al mismo tiempo a los seres humanos no nos gusta que nos digan lo que debemos hacer. Preferimos experimentar en cabeza propia en lugar de aprender de los errores ajenos. </p><p>No caemos en los mismos errores (citando otra vez a José Alfredo), pero estos siempre se parecen entre sí.</p><p>¿Para qué entonces nos sirve la historia, si no nos gusta aprender de ella? Más allá de un mero utilitarismo, la historia nos da identidad. Nos ayuda a entender quiénes somos, cuál es nuestro entorno y por qué tiene determinadas características. Y eso para cualquier ser humano es fundamental. </p><p>Si logro averiguar quién soy y cómo influye en mí lo que me rodea, podré ser más empático ante los demás y también contaré con las experiencias ajenas para usarlas a mi conveniencia. A veces imitándolas o en otros casos rechazándolas.</p><p>La historia es importante; pero importa más el ser humano. Tanto el que vivió el pasado como el que lo estudia. </p><p><br /></p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-19770086140465029262021-10-07T16:32:00.004-05:002021-10-07T16:32:51.439-05:00La "Cuarta Transformación" y su utilidad histórica.<p> A principios de este gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió que su régimen sería conocido como "La Cuarta Transformación". Para López Obrador la historia de México consistía en una serie de etapas en las que el pueblo mexicano se ha enfrentado a diversas pruebas para alcanzar su libertad, la igualdad y la justicia.</p><p>La primera etapa fue la Independencia, en la que nació el Estado mexicano; la segunda fue la Reforma, cuando alcanzó definitivamente su soberanía, y la tercera fue la Revolución en la que "el pueblo" luchó por mejorar sus condiciones de vida. </p><p>Según AMLO, con él empezaría la cuarta etapa, la Regeneración, en la que el pueblo resolvería definitivamente el gran problema de la corrupción y al fin sería un país justo para todos.</p><p>Desde que propuso esta idea de la historia, muchos hemos criticado su postura "lineal evolutiva" que hace creer que México siempre ha sido el mismo y sólo ha tenido que pasar por varias etapas para al final conseguir la felicidad de todos sus miembros; pero este discurso es muy poderoso entre otras cosas porque no es una creación de AMLO.</p><p>Al parecer, López Obrador aprendió el concepto de "Cuarta Transformación" de un maestro que tuvo en la secundaria, Rodolfo Lara Lagunas, quien en su libro "El sueño mexicano" dice que nuestra historia consiste en una larga lucha por acabar con la desigualdad. La Independencia, la Reforma y la Revolución son las etapas de esa lucha. </p><p>Pero en realidad la idea de un orden lineal y evolutivo de nuestra historia es mucho más antigua. El 16 de septiembre de 1867 el presidente Benito Juárez acudió a la ciudad de Querétaro a celebrar la Independencia nacional. Entre los actos para ese día, Juárez escuchó un discurso que lo fascinó. </p><p>Un médico chiapaneco llamado Gabino Barreda, pronunció ese día la "Oración Cívica". Barreda había estudiado en Francia y allí conoció el Positivismo, una doctrina filosófica que aseguraba que la humanidad, a través del uso de la razón y el orden, había avanzado por varias etapas de desarrollo hasta llegar al último estadio: el "Positivo" (cierto o verdadero) en el que gracias a su capacidad para pensar la especie humana viviría feliz y totalmente realizada.</p><p>Barreda usó las ideas del Positivismo para interpretar la historia de México: se le ocurrió que el periodo prehispánico correspondía a la Etapa Teológica del Positivismo, en la que los seres humanos le rinden culto a las fuerzas de la naturaleza.</p><p>El periodo colonial correspondería a la Etapa Metafísica, en la que la creencia en un ser superior se ha refinado y además surgen instituciones específicas para rendirle culto. </p><p>El último periodo correspondería a la Independencia y la Reforma: las dos constituyen la Etapa Positiva; en la que gracias a la razón el país se volvió soberano y poco a poco empezó a resolver sus problemas. </p><p>A Juárez y su generación les encantó este discurso porque al fin le daba un sentido a la historia nacional: México siempre tendía hacia el progreso y los problemas que tuvo en su camino (la Colonia y la etapa postindependiente con sus guerras civiles, la quiebra económica y las agresiones del exterior) serían "nudos de tensión" que fortalecieron al país para que accediera a una nueva etapa. </p><p>Esa visión de la historia logró sobrevivir con el paso del tiempo: el Porfiriato se consideró la etapa superior del desarrollo mexicano; y cuando llegó la Guerra Civil y luego la Revolución Institucionaliza, era simple creer que el presente siempre era el último periodo, en el que todos los problemas se habrían solucionado. </p><p>El México neoliberal no se preocupó mucho por la historia; estaba muy ocupado construyendo nuevas instituciones y lidiando con los problemas que provocó el debilitamiento de la Presidencia y los retos económicos de ese momento. Me parece que cometieron un grave error porque dejaron la historia en manos de ese grupo de oposición que salió del PRI en 1987 y que se dedicó a usar el pasado para construir un discurso que los legitimara. Por eso se valieron de las figuras de Lázaro Cárdenas, Villa, Zapata y hasta de Juárez. </p><p>Esa visión lineal y evolutiva también es conveniente porque crea de inmediato a "los malos de la historia": Cortés y sus tropas, los virreyes, Santa Anna, Porfirio Díaz y la generación neoliberal. En lugar de integrarlos a la historia y comprender sus motivaciones, es más sencillo echarles la culpa por todo lo malo que nos ha ocurrido (lo que también le quita al presente su responsabilidad por la época que vive). </p><p>Lo cierto es que no existe esa "evolución mexicana". Es sólo una forma de entender el pasado. Pero ha sido muy poderosa. Millones de mexicanos aprendimos así la historia de nuestro país y a López Obrador le sirvió primero para ganar la presidencia y luego para tener siempre a quien culpar por los errores de su gobierno. </p><p>Aquel que pretenda competirle en 2024 no puede desdeñar la historia de México. Creer que con ofrecerle "soluciones concretas" a la nación sin tomar en cuenta el profundo poder emotivo que tiene la idea del pasado al final fracasará. Hay que repensar la historia para proponerle a México un relato en el que se respete la individualidad de cada grupo y al mismo tiempo se les invite nuevamente a la unidad. Eso sólo se puede hacer estudiando detenidamente nuestra historia. </p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-24850438551780280222021-09-30T16:12:00.001-05:002021-09-30T16:13:21.637-05:00Iturbide, "El innombrable"<p> A doscientos años de la consumación de la independencia nacional, Agustín de Iturbide, su principal personaje, sigue siendo una figura incómoda para la historia oficial. En su discurso del 27 de septiembre de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a Iturbide como un "general conservador" que con sus militares realistas tomó la ciudad de México "en un festejo de la élite militar y política, con poca o ninguna significación social".</p><p>Es una pena que el presidente se refiera así al consumador de la independencia, pero él sólo está siguiendo un modelo ya muy antiguo en el que Iturbide siempre es visto como un villano por haberse convertido también en el primer emperador mexicano, algo que para los grupos políticos que impulsaron el republicanismo les parecía una traición a la patria.</p><p>Sin embargo, la historia siempre es más compleja de lo que parece. Muchos de esos que impulsaron el republicanismo apoyaron a Iturbide cuando proclamó la independencia y luego se coronó emperador. Vicente Guerrero, el más importante de todos ellos, felicitó a Iturbide, se convirtió en Capitán general y fue miembro de la Orden Imperial de Guadalupe. </p><p>Se equivoca también el presidente al calificar a Iturbide de "conservador" y a Guerrero de "liberal"; esos dos términos no existían en 1821 ni son los más precisos para comprender a una clase política que acababa de nacer y que hizo la independencia impulsando el Plan de Iguala. </p><p>El proyecto Iturbidista buscaba crear una nación independiente en la que todos sus miembros fueran iguales ante la ley, donde la religión católica los mantuviera unidos y que un monarca los gobernara. Iturbide sabía que el país no tenía las características necesarias para convertirse en una república: su territorio era enorme, tenía pocos habitantes y la mayoría eran analfabetas. Darle a una población así el derecho al voto hubiera provocado la aparición de líderes demagogos que al final provocarían la disolución del nuevo país.</p><p>En su lugar, Iturbide propuso la creación de un Poder Legislativo que representara a cada una de las corporaciones y oficios más importantes en ese momento en México: la Iglesia, el Ejército, los abogados, los funcionarios públicos, mineros, comerciantes, el pueblo y otros. </p><p>Si bien el imperio fracasó por su incapacidad para unir a los diversos grupos políticos del naciente país (así como su imposibilidad para cobrar impuestos), lo cierto es que el Estado mexicano nació como una monarquía y aquellos que en 1824 fundaron la República estuvieron del lado de Iturbide cuando fuimos gobernados por un emperador. </p><p>La experiencia monárquica marcó al país durante décadas. Si México pretende formarse un buen futuro tiene que ver a su pasado sin fobias ni prejuicios; tiene que hacer el esfuerzo de comprender lo que le ocurrió para así comprenderse a sí mismo.</p><p>Al final, como dijo Iturbide: "ya sabéis el modo de ser libres: a vosotros toca señalar el de ser felices". </p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-75001471835036681912021-09-23T16:55:00.002-05:002021-09-23T16:55:37.405-05:00"La historia la escriben los vencedores". Sí, pero...<p> Cuando yo estudiaba la maestría, recuerdo que una querida maestra nos dijo: "tengan mucho cuidado con las frases que escriban, porque puede ocurrirles que se hagan famosos y los estén citando continuamente, aunque la gente interprete lo que ustedes dijeron de forma totalmente distinta a lo que en realidad quisieron decir".</p><p>La historia tiene muchas frases rimbombantes, que mucha gente repite para de ese modo explicarse el pasado sin necesidad de reflexionarlo. Son "frases de cajón" que se usan para cerrar discusiones que de otra manera se alargan innecesariamente y también para imponer una idea, aprovechando que el interlocutor no puede o no tiene forma de rebatirla.</p><p>Una de las más famosas frases de la historia dice: "la historia la escriben los vencedores". Al parecer la escribió George Orwell en 1944 para la revista inglesa "Tribune", aunque otra versión señala que el autor fue Winston Churchill. </p><p>Una lectura superficial de la frase nos dice que la historia es patrimonio de los poderosos, quienes tienen la capacidad de imponer su versión sobre lo que ocurrió en el pasado y es inútil oponerse a ella. Nunca tendremos la certidumbre acerca de lo que pasó antes, porque el poder siempre nos lo impedirá.</p><p>Sin embargo, estas frases gigantescas siempre tienen un "pero". Nunca debemos creerlas absolutamente. Una de las mejores cosas que nos enseña la historia es a cuestionar. Siempre debemos poner en duda lo que digan las grandes autoridades, y esas frases que se supone tienen mucha autoridad. </p><p>Primero, ¿en serio los vencedores escriben la historia, o tan solo una versión de ésta? es verdad que todos los gobiernos del mundo tienen un interés por su pasado. Necesitan un discurso que les permita justificar por qué son ellos los que mandan en sus países y no alguien más, de dónde vienen y qué quieren hacer con el poder que tienen. </p><p>Pero eso no quiere decir que sólo los vencedores escriben la historia. De hecho, una actitud común en los vencidos de cualquier época es por lo menos dejar un testimonio de que alguna vez existieron, que tuvieron la oportunidad de alcanzar el poder pero que distintas causas (y enemigos) se los impidieron. Es una manera de no desaparecer en el recuerdo de sus sociedades. </p><p>Además, los vencedores no duran para siempre. De tiempo en tiempo en toda sociedad surgen movimientos que al final se consolidan en nuevos gobiernos. Estos movimientos pueden ser a través de reglas muy precisas que todos los participantes se comprometen a obedecer (como ocurre en las democracias) o a través de revoluciones que normalmente son muy sangrientas. </p><p>Eso quiere decir que constantemente una sociedad tiene nuevas versiones de su pasado.</p><p>También puede ocurrir que esos vencedores intencionalmente permitan la existencia de los relatos de los vencidos. Un gobierno democrático normalmente no impedirá que la oposición cuente su versión de los hechos porque eso lo fortalece: lo muestra ante el mundo como un defensor de la libertad de expresión y además puede usar esos relatos alternativos del pasado para enriquecer su discurso nacional. </p><p>Entonces la historia no la escriben siempre los vencedores. Si así fuera seguiríamos creyendo que México nació con la llegada de Hernán Cortés, que Santa Anna le vendió medio país a Estados Unidos y que en 1968 ocurrió una balacera en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco porque un grupo de extranjeros infiltrados atacó al ejército para apoderarse del edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores. </p><p>Que mucha gente siga pensando que esos tres ejemplos sí ocurrieron son muestra de que en nuestra sociedad mexicana conviven distintas maneras de ver nuestra historia: y también de que los historiadores tenemos mucho trabajo por delante para brindarle a nuestro país un conocimiento certero y confiable sobre el pasado. </p><p>Ante frases gigantescas como esa (y muchas otras), lo mejor es cuestionarlas. </p><p>Como dice la escritora española Carla Montero: "La historia la escriben los vencedores, pero el paso del tiempo también da voz a los vencidos" </p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-6137523137170973322021-09-16T10:42:00.004-05:002021-09-16T10:45:45.038-05:00Los festejos de la independencia y su utilización política.<p> <span style="font-family: helvetica;">El 16 de septiembre de 1812 se celebró por primera vez la independencia de México. Ocurrió en el pueblo de Huichapan, en el actual estado de Hidalgo y su creador fue Ignacio Rayón, un militar insurgente que había heredado el mando de la rebelión insurgente. Ya desde entonces se volvió costumbre que hubiera un desfile militar. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Un año después, el cura José María Morelos estableció en su discurso "Los Sentimientos de la Nación" que México debía tener dos fiestas patrias: el 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, y el 16 de septiembre, para recordar a Miguel Hidalgo e Ignacio Allende.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Desde entonces celebramos la independencia nacional y cada época le ha puesto algo de su cosecha a esos festejos. Nosotros estamos acostumbrados a que la fiesta comienza en la noche del 15 con el presidente tocando la Campana de Dolores, pero ese ritual surgió gracias a Porfirio Díaz a finales del siglo XIX. Originalmente la fiesta sólo era el día 16, con salvas de artillería, misas, discursos patrióticos, música, juegos, a veces corridas de toros y fuegos artificiales. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Hubo momentos en los que la fiesta se suspendió, como en 1847 cuando un día antes de la ceremonia las tropas norteamericanas tomaron Palacio Nacional y (obviamente) nadie tenía muchas ganas de festejar.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">La fiesta de la independencia tuvo un gran impulso gracias al emperador Maximiliano, quien fue el primero en celebrarla en el pueblo de Dolores en 1864. También a él le debemos los "retratos oficiales" de los héroes de la Independencia: Hidalgo siempre viste sotana, Allende siempre está de uniforme y Morelos nunca se quita el paliacate de la cabeza. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">El paso de las décadas provocó que la fiesta siempre tuviera algún componente político. En 1942 horas antes del festejo, el presidente Manuel Ávila Camacho hizo un mitin en el Zócalo en el que estuvieron presentes todos los expresidentes de ese entonces: Cárdenas, Calles, Rodríguez, Ortiz Rubio, Portes Gil y De la Huerta, para respaldar al gobierno que había decidido participar en la Segunda Guerra Mundial.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Muchos años después, Luis Echeverría lanzaba vivas al Tercer Mundo, Fox celebraba los Acuerdos de San Andrés y hoy López Obrador se emociona gritando a favor de la fraternidad universal y las culturas del México prehispánico.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">15 y 16 de septiembre eran parte del "mes del presidente" que comenzaba con el informe de gobierno que se presentaba ante el Congreso de la Unión, cuando los primeros mandatarios dedicaban todo el día a hablar sobre las grandes obras de sus gobiernos para luego recibir felicitaciones infinitas, vivas de todos los miembros del PRI, lluvia de confeti y apapachos interminables. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Pero también hubo "gritos alternativos"; el Partido Acción Nacional durante muchos años hizo su propia ceremonia en la Columna de la Independencia; Heberto Castillo dio el Grito en Ciudad Universitaria en 1968 (lo que provocó la ira del presidente Gustavo Díaz Ordaz) y López Obrador hizo sus "gritos de los libres" con los que mantuvo vivo a su movimiento por varios años.</span></p><p><span style="font-family: helvetica;">En 2021 y por segundo año tuvimos un grito "vacío y virtual": la gente no pudo entrar a la Plaza por miedo a que se contagien de COVID, a pesar de que un mes antes el gobierno de la Ciudad de México no tuvo ningún reparo en permitir que miles de capitalinos la abarrotaran para contemplar la Pirámide Tecnocharra, ese monumento de cartón que es un buen símbolo de lo que en realidad piensa este régimen de la historia mexicana. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">Han sido años muy tristes para las fiestas patrias. También es común escuchar que "en México no hay nada que celebrar". Eso lo he escuchado desde los años 80. Lo cierto es que nuestro país (a pesar de sus políticos y de su sociedad) tiene mucho de lo que puede enorgullecerse; y en todo caso, depende de cada uno de sus ciudadanos que México sea mañana mejor de lo que es hoy. </span></p><p><span style="font-family: helvetica;">¡Que viva México! (y también el Omeprazol). </span></p><p><br /></p>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-6870387218249234732019-04-11T18:17:00.000-05:002019-04-11T18:17:03.727-05:00Emiliano Zapata en la Cuarta Transformación<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El
10 de abril de 2019 se cumplen 100 años del asesinato de Emiliano Zapata en la
hacienda de Chinameca en el estado de Morelos. El gobierno de Andrés Manuel
López Obrador ha declarado que este sea “El año del Caudillo del Sur” y, según
sus palabras “Es uno de los luchadores sociales de México que han ofrendado su
vida y libertad por la defensa de nuestra soberanía”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>A pesar de que no forma parte del
grupo de héroes de la patria a los que López Obrador se refiere constantemente
y que tiene como símbolos de su gobierno (Morelos, Hidalgo, Juárez, Madero y
Cárdenas), Emiliano Zapata es un referente obligado para este gobierno porque
representa históricamente la lucha de los sectores más desprotegidos del país
por defender sus derechos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Desde sus varias campañas por la
presidencia, López Obrador ha señalado que para lograr un verdadero desarrollo
nacional es necesario poner primero a los pobres y en ese sentido el proyecto
de la Cuarta Transformación logra adueñarse del Zapatismo para legitimarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Es común que los gobiernos utilicen
la historia para legitimarse. Colocarse en los hombros de los grandes
personajes del pasado sirve para darle sentido a los líderes de cualquier
tiempo. Les reviste de un aura de poder al conectarlos con el pasado y además
de ese modo pueden justificar los proyectos que llevarán a cabo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sin embargo, al utilizar de esa
manera la historia existe el riego de convertirla en un mero justificante de
las acciones que toman los gobiernos, lo cual hace que se pierda de vista su
función primordial: darle sentido al presente a través de la comprensión del
pasado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Emiliano Zapata no fue solo “el
caudillo del sur”; no se dedicó únicamente a pelear contra sus enemigos por
darle la tierra a los campesinos mexicanos. Su vida es mucho más compleja e
interesante como para mantenerlo como estatua de bronce.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En la vida de Zapata hubo tres
acontecimientos que hay que tomar en cuenta para la Cuarta Transformación: la
ruptura con Francisco y Madero en 1911, la participación zapatista en la
Soberana Convención de Aguascalientes de 1914 y el regreso de Zapata a Morelos
en 1915 en lugar de enfrentarse a las tropas de Álvaro Obregón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Zapata era un ranchero del estado de
Morelos, de una familia que habitaba en esa región desde siglos atrás y le
había tocado ser parte de la constante lucha entre las comunidades indígenas y
las haciendas por la posesión de la tierra. Los hacendados habían contado con
el apoyo del Estado durante el siglo XIX, el cual quería modernizar al país
creando miles de pequeños ranchos que dieran paso a una nueva clase media
agrícola. En ese proyecto los pueblos de campesinos -acostumbrados desde el
Virreinato a la propiedad comunal- no tenían cabida. Las sublevaciones
indígenas fueron comunes por la defensa de sus antiguos derechos y para
principios del siglo XX esta situación no había cambiado.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La decadencia del Porfiriato y su
posterior caída incrementaron el interés de los hacendados por hacerse de más
tierras y obligaron a los campesinos a organizarse para defender sus
propiedades. Zapata, que desde 1905 había participado en esas luchas de las
comunidades, consideró que el Maderismo podía ser una opción para proteger a
los pueblos de México, pues Madero se había comprometido en el Plan de San Luis
a regresarle las tierras a las comunidades que las hubieran perdido
injustamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Zapata se levantó en armas en 1911 y
su Ejército Libertador del Sur tuvo mucho éxito en sus batallas contra el
ejército mexicano. Llegaron a ocupar casi todo el estado de Morelos, Puebla,
partes de Guerrero, del Estado de México y hasta la zona del Ajusco en la
ciudad de México. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Cuando Díaz renunció a la
presidencia y abandonó el país los zapatistas creyeron que Madero cumpliría sus
promesas y los defendería de los hacendados, pero no ocurrió así. Madero
consideraba que había que cuidar la propiedad privada y que en todo caso los
cambios que necesitaba el país ocurrirían a través de leyes emitidas por el
Congreso y no por una mera repartición de la tierra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Zapata se reunió en dos ocasiones
con Madero y nunca se pusieron de acuerdo. Además, las tropas federales seguían
atacando a los zapatistas lo que demostraba que el nuevo gobierno no estaba
dispuesto a apoyar a los campesinos. Decepcionado por esto Zapata decidió
levantarse en armas en contra de Madero, al que había apoyado antes, pues
consideró que era un simple tirano que quería satisfacer sus ambiciones
personales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En el discurso de la Cuarta
Transformación el presidente Madero es considerado un apóstol de la democracia,
pero también es necesario tomar en cuenta las rencillas que tuvo con el grupo
de revolucionarios que lo ayudaron a derribar el gobierno de Diaz. El conflicto
con Zapata fue producto de dos visiones totalmente diferentes sobre el futuro
del país. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El zapatismo se mantuvo en pie de
guerra contra las tropas federales entre 1911 y 1914. Les tocó enterarse del
golpe de Estado y asesinato de Madero en 1913 para luego seguir peleando ahora
contra el dictador Victoriano Huerta. Eso también fortaleció la enorme
desconfianza que Zapata le tendría a los otros líderes de la Revolución. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">En 1914 luego de que las tropas de Venustiano Carranza,
Francisco Villa y Álvaro Obregón destruyeron la dictadura de Victoriano Huerta
y vengaron la muerte del presidente Madero, se llevó a cabo uno de los
experimentos políticos más interesantes de nuestra historia, además de que era
un intento para evitar que esos revolucionarios se enfrentaran por el poder en
una nueva guerra civil. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">La Soberana Convención de Aguascalientes intentó evitar que
Villa y Carranza ensangrentaran al país y al mismo tiempo se propuso establecer
las bases sobre las que construirían un nuevo México. Para lograrlo se dieron
cuenta de que era necesario incluir al bloque zapatista, el cual ya contaba con
el Plan de Ayala que enfatizaba la defensa de los derechos de las comunidades
indígenas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">La mezcla de convencionistas y zapatistas dio pie a uno de
los programas ideológicos más interesantes del siglo XX. Como señala Felipe
Ávila, además de exigir tierras para las comunidades campesinas este programa
estableció que era necesario subordinar el poder político a la sociedad civil,
que había que establecer la revocación de mandato para el presidente de la
república, el derecho a huelga de los trabajadores, la instauración de un
régimen parlamentario y la disolución del ejército cuando éste no fuera
necesario. Justamente algunas de las propuestas del gobierno de López Obrador
se pueden encontrar en el programa de la Convención de Aguascalientes, lo cual
también sirve para legitimar a la Cuarta Transformación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Al no lograrse un acuerdo entre Villa y Carranza estalló
una nueva guerra en 1915. Zapata y Villa se habían aliado para derrotar a las
fuerzas de Carranza y convertir a la Convención en el nuevo gobierno de México.
Pero al final Zapata no cumplió con su parte. Entre el asesinato en la ciudad
de México de Paulino Martínez, uno de sus colaboradores más importantes por
parte de un grupo de villistas y que supuestamente Villa no lo respaldó, Zapata
se regresó a Morelos mientras el segundo peleaba en 1915 las batallas del Bajío
contra uno de los colaboradores más cercanos de Carranza: el general Álvaro
Obregón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Zapata pudo tener otras razones para no participar en las
batallas del Bajío: tal vez fue la desconfianza que el caudillo del sur tenía
de los otros líderes revolucionarios, o quizá pensó que su participación no era
necesaria porque las fuerzas de la División del Norte eran lo bastante
poderosas para destruir a Obregón: y también puede ser que no tuviera las
tropas suficientes para hacerlo pues su ejército estaba formado por campesinos
que tenían que regresar a cuidar sus tierras. El hecho es que la ausencia de
los zapatistas en esas batallas también provocó el triunfo del
Constitucionalismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Villa fue derrotado y tuvo que regresar al norte del país.
Mientras tanto Zapata y sus fuerzas le dieron asilo en Morelos a la Convención
y se dedicaron a expropiar más tierras, a fomentar el autogobierno, a
alfabetizar a los niños y a atender a huérfanos y viudas. Pero empezó una época
muy dura que al final terminó con el asesinato de Zapata. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Luego de derrotar a Villa y adueñarse de la ciudad de
México, los carrancistas se enfocaron en apoderarse del estado de Morelos y
destruir a los zapatistas. A principios de 1915 promulgaron una ley en la que
prometían a los campesinos que les regresarían las tierras que habían perdido
años antes y enviaron a Morelos a una enorme fuerza militar bajo el mando del
general Pablo González.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">La Convención se disolvió al no poder alcanzar el poder y
Pablo González atacó Morelos como antes habían hecho Juvencio Robles y
Victoriano Huerta. Los últimos tres años de vida de Zapata fueron de un enorme
debilitamiento para el zapatismo con deserciones, traiciones y las comunidades
cada vez más cansadas por tanta lucha. El 10 de abril de 1919 un coronel
llamado Jesús Guajardo invitó a Zapata a comer en la hacienda de Chinameca con
la promesa de unirse a su movimiento. Al momento de entrar Zapata con su
escolta, los soldados de Guajardo dispararon y murió el caudillo del sur.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Con el paso de los años la figura de Zapata fue usada
primero como un símbolo de los gobiernos de la revolución para luego
convertirse en una figura usada por los movimientos de izquierda. La Cuarta
Transformación ha hecho promesas que recuerdan al programa de la Convención de
Aguascalientes y es normal que un gobierno recurra a la historia para
legitimarse. Pero también es necesario recordar a Zapata con sus claroscuros:
la historia de bronce sólo crea estatuas mientras que conocer el pasado con sus
contradicciones nos ayuda a entender el presente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-63481046402789592019-04-11T18:14:00.001-05:002019-04-11T18:14:45.980-05:00El restablecimiento de las relaciones entre México y España en 1977: una cuestión de amistad. <br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">En
febrero de 1977 el ministro de asuntos exteriores del gobierno español,
Marcelino Oreja, recibió una llamada telefónica del secretario de relaciones
exteriores del gobierno de México, Santiago Roel. Con esa llamada empezarían
una serie de conversaciones para poner fin a la separación que vivían los dos
países desde el final de la guerra civil española. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Hoy que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le ha
pedido al rey de España una disculpa por las matanzas ocurridas durante la
Conquista de México, vale la pena recordar cuando los dos países resolvieron
sus diferencias y decidieron que valía más la pena ver juntos hacia el futuro
en lugar de vivir enemistados por el pasado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">En esta historia la fecha más lejana es 1939; en ese año la
República Española fue derrotada por las tropas de Francisco Franco. El
gobierno de Lázaro Cárdenas había apoyado a los republicanos porque consideraba
que un triunfo franquista podría alimentar a los grupos de derecha que había en
México además de que consideraba injusto que el franquismo tuviera el respaldo
de la Alemania Nazi. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El gobierno mexicano apoyó a la Republica Española
enviándole armas, dinero y recibiendo a los refugiados -niños, intelectuales y
gente cualquiera- que huyeron de su país. Al vencer los franquistas México
protestó ante la Sociedad de las Naciones por lo que consideraba una
sublevación contra el gobierno legítimamente establecido en España.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Mientras tanto, la República Española pasó años muy
dolorosos -junto con todos los que tuvieron que salir de la península- hasta
que en 1945 en el Salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento (hoy
Gobierno de la Ciudad de México), la república pudo reorganizarse. Durante un
año estuvieron en México hasta que se mudaron a París, donde permanecieron hasta
su disolución en 1977. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El presidente Lázaro Cárdenas decidió no reconocer al
gobierno franquista como el legítimo mandatario de España. Los siguientes
presidentes mexicanos mantuvieron esta política e inclusive rechazaron la
posibilidad de que España ingresara a la Organización de las Naciones Unidas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Sin embargo, este rechazo colocaba a México en una
situación comprometida porque si bien reconocía a la República Española no
podía tener con ella acuerdos comerciales o culturales pues los republicanos no
controlaban el territorio español; y el gobierno franquista deseaba tener
relaciones con México, pero eso sería imposible mientras existieran sus
enemigos los republicanos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Eso provocó que México tuviera una relación formal con la
república – los refugiados que vivían en el país, los aniversarios y homenajes
a Lázaro Cárdenas- y al mismo tiempo tenía relaciones comerciales y culturales con
la España de Franco. Ya en 1947 y sin tener embajadores, México y España
firmaron un acuerdo para facilitar el comercio entre los dos países y en los
años siguientes figuras como Manolete, Sara Montiel, Agustín Lara y Pedro
Vargas viajaron a ambos lados del Atlántico. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Conforme pasaron los años la situación entre México, la República
Española y el gobierno franquista comenzó a cambiar. En 1969 Juan Carlos de
Borbón fue nombrado príncipe de España y sucesor de Francisco Franco a título
de rey. Junto al príncipe llegaba una nueva generación de políticos españoles
como Manuel Fraga y Adolfo Suárez que habían hecho sus carreras bajo el franquismo,
pero veían que éste terminaría pronto y sería necesario democratizar a España.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">En ese proceso México sería muy importante ya que
restablecer relaciones con nuestro país le permitiría a España tener una fuerte
presencia en el continente, pero para ello primero había que hacer cambios en
la península. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">En septiembre de 1975, a dos meses de que Franco
falleciera, cinco miembros del grupo Euskadi Ta Askatasuna (“País Vasco y Libertad”)
fueron fusilados por terrorismo. El gobierno del presidente Luis Echeverría
canceló los vuelos entre Madrid y la Ciudad de México, cerró la Oficina de
Negocios de España en nuestro país y la representación de la agencia de
noticias EFE.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El gobierno franquista contestó cerrando la Oficina
Mexicana en Madrid, la representación turística y le dijo al presidente
Echeverría que no anduviera presumiendo de estatura moral pues él había
participado como secretario de Gobernación en la matanza de Tlatelolco de 1968.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Las relaciones entre México y España se rompieron, pero a
Francisco Franco le quedaba muy poco tiempo de vida y en los dos países sus
clases dirigentes esperaban el momento para restablecerlas. La muerte de Franco
el 20 de noviembre de 1975 permitió que los dos países volvieran a acercarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">En 1976 el presidente electo de México José López Portillo
consideró que ante la desaparición del caudillo y el restablecimiento de la
monarquía en España con el rey Juan Carlos I, había llegado el momento de reunir
a las dos naciones. Pero para ello el gobierno mexicano necesitaba estar seguro
de que la monarquía democratizaría a España y además habría que terminar las
relaciones con la república, algo que al principio no parecía fácil. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">A unas semanas de su toma de protesta José López Portillo
envió a España al político Santiago Roel -quien sería su secretario de
relaciones exteriores – con la misión de entrevistarse con las autoridades del
pequeño pueblo de Caparroso, en Navarra, a quienes deseaba invitar a la ceremonia
porque de ahí venía su familia. En realidad, Santiago Roel tenía la encomienda
de acercarse de manera oficiosa al gobierno español para sondear la posibilidad
de restablecer las relaciones rotas desde 1939. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">No todos en el gobierno mexicano estaban de acuerdo con
restablecer relaciones diplomáticas con España. La Secretaría de Relaciones
Exteriores aconsejó al presidente López Portillo que esperara un momento mejor
para el acercamiento, ya que había temor de que la monarquía española dejara de
lado sus promesas de democratización y reprimiera a los opositores, pero el
jefe del ejecutivo tomó por sí solo la decisión que cambió la historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Marcelino Oreja, ministro de asuntos exteriores de España
recibió con agrado la noticia de que el gobierno mexicano estaba considerando
la posibilidad de restablecer relaciones, pero también pensaba que eso sólo
sería posible si antes México terminaba su contacto con la República Española.
Su representante, Fernando Arias Salgado, viajó a México en febrero de 1977 y
se reunió con Santiago Roel para empezar una serie de conversaciones que
culminarían con el restablecimiento de las relaciones entre los dos países. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El acercamiento entre México y España se dio en cuestión de
pocos meses. Confiando en que España llevaría acabo una profunda reforma
política que entre otras cosas permitiría la libertad de expresión y
legalizaría a los partidos de oposición, México dio los pasos necesarios para
reunir a las dos naciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Mientras tanto, el gobierno de la República Española,
establecido en París, también observaba con interés lo que ocurría en la
península. Los republicanos no tenían forma de volver al poder y el compromiso
de la Corona de realizar elecciones generales el 15 de junio de 1977 aceleraron
la decisión de cancelar las relaciones entre México y la República para luego
desaparecerla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Rodolfo Echeverría, subsecretario de Gobernación, fue
encargado por José López Portillo de reunirse en París con el último presidente
de la República Española José Maldonado González. Echeverría le explicó que
muerto Franco México quedaba en libertad para reanudar sus relaciones con España,
pero no quería romper abruptamente con la República. <a href="https://www.blogger.com/null" name="_Hlk5292251">El
presidente Maldonado </a>le contestó que “hacia México sólo tenemos
sentimientos de gratitud y amor” y que no se opondrían a que ahora nuestro país
se acercara a la monarquía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El 18 de marzo de 1977 se reunieron en la Residencia
Oficial de Los Pinos El presidente Maldonado y otros miembros de la República
Española con el presidente López Portillo, el canciller Santiago Roel y el
secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles. Allí anunciaron a la prensa que
las relaciones entre los dos gobiernos quedaban canceladas, agradeciéndole a
México por haber permitido que los españoles exiliados tuvieran viva la
antorcha de la esperanza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Ya sólo quedaba restablecer relaciones con el Reino de
España. El 28 de marzo de 1977 el ministro Oreja y el Secretario Roel se
reunieron en el hotel Jorge V en París para el intercambio de notas
diplomáticas por las que ambos países aceptaban tener misiones diplomáticas
permanentes a nivel de embajador. A partir de ahí todo se dio muy rápido: el
presidente de gobierno Adolfo Suárez visitó México en abril de 1977, en octubre
de ese año José López Portillo viajó a España y un año más tarde Juan Carlos I
visitaba México. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Carlos Fuentes escribió: «Nuestra
relación con España es como nuestra relación con nosotros mismos: conflictiva.
Y de parejo signo es la relación de España con España: irresuelta, enmascarada,
a menudo maniquea. Sol y sombra como en un ruedo ibérico. La medida del odio es
la medida del amor. Una palabra lo dice todo: pasión»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Y
también amistad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-51122241500325062912019-04-11T18:12:00.000-05:002019-04-11T18:12:15.586-05:00“El odio al gachupín” Un fantasma en la historia mexicana.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Las
declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que
España y la Santa Sede deberían disculparse por las matanzas ocurridas durante
la conquista de México han despertado viejos rencores que parecían olvidados.
Mientras los historiadores y otros expertos enfatizan que la actual nación
mexicana es producto de la mezcla de indígenas, españoles, negros, asiáticos y
otros grupos y por ello una disculpa por parte de la Corona Española no tiene
ningún sentido, otros sectores insisten en que España cometió un crimen hace
cinco siglos y debe responder por sus actos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">En esta polémica ha regresado un viejo fantasma nacional
que creíamos que había desaparecido: la hispanofobia; el odio a los
“gachupines”, los que supuestamente se robaron nuestras riquezas, violaron a
nuestras mujeres y nos esclavizaron durante siglos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Por lo menos durante la primera mitad del siglo XX la
palabra “gachupín” fue usada para insultar a los españoles que vivían en
México. La expresión “vamos a coger gachupines” tenía un tono de venganza y de
doble sentido. Para el mexicano promedio era extraño recordar que tenía
antepasados en la península y no se cuestionaba por el origen de su lenguaje o
de su religión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Desgraciadamente el antihispanismo ha estado presente en México
desde hace siglos porque los distintos grupos políticos que gobernaron este
país muchas veces lo usaron para justificar sus fracasos y para influir en la
sociedad. La hispanofobia nunca ha sido buena para nuestro país y hay que
recordarla para evitar que regrese. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Parecería lógico que los primeros que odiaron a los
españoles fueron los indígenas luego de la destrucción del Imperio Mexica en
1521; pero en realidad esa pugna fue creada por los hijos de peninsulares
nacidos en América: los criollos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Esos novohispanos de tez blanca que al principio no se
sentían parte de América ni de Europa buscaron durante los 300 años del
Virreinato algo que les diera identidad: para ello recurrieron a la religión
católica y especialmente al culto a la Virgen de Guadalupe; pero también se
enemistaron con sus antepasados españoles. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El Virreinato fue administrado durante gran parte de su
historia por funcionarios venidos de la península, lo que impedía que los
criollos pudieran gobernar un territorio que consideraban suyo. Esta molestia
creció a partir de la etapa borbónica entre 1700 y 1821 cuando la Corona empezó
a cobrar nuevos impuestos y limitó aún más el papel de los criollos en la
sociedad novohispana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Ya en 1794 Fray Servando Teresa de Mier provocó un
escándalo en Nueva España al asegurar que el manto de la Virgen de Guadalupe
era en realidad la capa del apóstol Santo Tomás que había evangelizado estas
tierras luego de ocurrir la pasión de Cristo. Mier aseguraba que los antiguos
indígenas habían sido originalmente cristianos y con esa versión contradecía a
la Corona española que aseguraba que una de las razones de la Conquista fue la
evangelización de América.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Cuando Hidalgo se levantó en armas en 1810 una de sus
quejas principales fue que los funcionarios peninsulares en América habían
traicionado a Fernando VII al entregarle el reino a Napoleón Bonaparte y
pretendían cobrar nuevos tributos. Hidalgo fue muy fiero con los españoles; las
matanzas de inocentes en la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato y luego en las
afueras de Guadalajara fueron vistas por el padre de la patria como una
necesidad para liberar a Nueva España.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Su sucesor José María Morelos consideraba que los españoles
se habían apoderado de América por medio de las armas y esclavizando a los
indígenas. Era necesario matar a los gachupines para liberar al nuevo país. Con
Morelos surge la idea de que entre las culturas prehispánicas y el México que
querían fundar los insurgentes no había distancia, como si los 300 años del
virreinato no hubieran ocurrido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
1821 Agustín de Iturbide logró al fin la independencia mexicana, pero con el
objetivo de convertirnos en una monarquía bajo el mando del rey de España
Fernando VII. Dos países separados pero con el mismo monarca. Cuando eso no se
logró porque Fernando VII no reconoció la independencia mexicana, Iturbide se
volvió emperador pero su reino duró poco menos de un año. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">La naciente república mexicana heredó este rencor a España
porque además la península impidió en 1821 que otros países nos reconocieran como
Estado. México recobró San Juan de Ulúa en 1825, expulsó a españoles que
estaban en el país en 1828 y un año después derrotó a una fuerza expedicionaria
que pretendía restablecer el Virreinato. El odio al español estaba consolidado.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Si bien en 1836 México y España firmaron el Tratado de
Santa María Calatrava por el cual las dos naciones se reconciliaban y todos los
crímenes del pasado quedaban olvidados, la verdad es que el rencor al español
se mantuvo durante el siglo XIX. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Una de sus razones estuvo en la lucha ideológica que vivió
México en esos años entre el Partido Liberal y el Partido Conservador. Los
liberales insistían en que era necesario modernizar a México, convertirlo en
una democracia, transformar su economía y acabar con el poder que tenían el
Ejército y la Iglesia Católica. Los conservadores en cambio creían que México
debía rescatar lo mejor que había tenido durante el Virreinato: una economía
cerrada y basada en la minería, un ejército fuerte y el Estado debía proteger a
la Iglesia. Los liberales creían que el futuro estaba en Estados Unidos; los
conservadores pensaban que lo mejor de México estaba en España. Eso más el
reconocimiento español al Imperio de Maximiliano provocó que el rencor a los
españoles creciera cada vez más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El Porfiriato se esforzó en mantener buenas relaciones con
España. En las fiestas del Centenario de la Independencia en 1910 España fue el
invitado más importante. Don Porfirio creía que era necesario que las dos
naciones se reconciliaran y por eso uno de los momentos estelares de esos festejos
fue la recreación del encuentro de Cortés y Moctezuma como una forma de
simbolizar una nueva etapa para los dos países. España por su parte y como un
gesto de buena voluntad nos regresó el uniforme de generalísimo que usaba José
María Morelos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Sin embargo, la Revolución volvió a separar a los dos
países. España estaba preocupada porque los revolucionarios destruían las
propiedades de sus connacionales y los españoles otra vez eran vistos con
desprecio, especialmente los que se dedicaban a administrar haciendas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Durante la tercera década del siglo XX el antihispanismo
tomó fuerza porque se le identificaba con el conservadurismo religioso.
Mientras el gobierno mexicano abría las puertas del país a la República
Española con tendencia de izquierda, otros grupos se identificaban con el
movimiento franquista por su carácter hispano y católico. Esos grupos tuvieron
un papel importante en la fundación de la Unión Nacional Sinarquista y luego en
el Partido Acción Nacional. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Desde los años 40 y hasta finales de los 70 el hispanismo
era visto como un resabio del conservadurismo mexicano que se oponía al
progreso del país. Fue hasta la muerte de Franco y la restauración de la
monarquía que mejoraron las relaciones entre México y España.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Ya durante los años 90 la imagen de España en México fue
muy positiva porque representaba al futuro: las Olimpiadas de Barcelona en
1992, su crecimiento económico, su liderazgo en América Latina y su ejemplo de
una nación que había pasado de una dictadura a una democracia parlamentaria
eran muy apreciadas en nuestro país y el resto del continente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Sin embargo, en esos años también creció un neoindigenismo
que consideraba que así como era necesario “resistir” al poder del mercado que
había desatado el neoliberalismo, también había que recordar las ofensas que
los pueblos indígenas habían sufrido siglos atrás. La Conquista de México
volvió a ser vista como una agresión que ahora sufrían aquellos grupos que eran
subyugados por las transnacionales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Eso nos trae a nuestro tiempo, en el que el presidente
López Obrador considera que España debería disculparse con México por lo
ocurrido entre 1519 y 1521. Parecía una polémica resuelta hace años pero hoy ha
revivido. Tenemos que recordar nuestra hispanofobia para evitar que crezca.
México es una nación mestiza y sólo comprender nuestro pasado nos ayudará a
construirnos un buen futuro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-50917286502833299482016-11-09T01:59:00.000-06:002016-11-09T01:59:23.963-06:00Cuando no sepas a dónde vas, mira hacia atrás para que recuerdes de dónde vienes. <span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El 18 de diciembre de 1861, el presidente Benito Juárez se dirigió a la nación para informarle que un peligro se acercaba. Tropas españolas habían llegado a Veracruz para tomar el puerto y así obligar a México a cumplir con una serie de exigencias que le era imposible afrontar. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con esa agresión comenzó una de las etapas más difíciles y al mismo tiempo esplendorosas de nuestra historia nacional. Después de España llegaron tropas inglesas y francesas con el mismo objetivo, y los últimos querían desaparecer a nuestro país y convertirnos en un protectorado francés disfrazado de monarquía constitucional. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En su discurso a la nación el presidente Juárez señaló que nuestra dignidad nacional y nuestra independencia estaban en peligro de muerte. Si bien no deseaba entrar en una guerra con esos países y consideraba imprescindible cumplir nuestros compromisos con ellas en cuanto fuera posible, no permitiría de ninguna manera que nuestra patria fuera destrozada. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para defender a nuestro país, el presidente Juárez convocó a todos sus habitantes: </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">“yo apelo a vuestro patriotismo y os excito a que, deponiendo los odios y enemistades a que ha dado origen la diversidad de nuestras opiniones y sacrificando vuestros recursos y vuestra sangre, os unáis en derredor del gobierno y en defensa de la causa más grande y más sagrada para los hombres y para los pueblos: en defensa de nuestra patria.”</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De esta manera comenzó una guerra sangrienta y dolorosa para el país, pero que culminó en 1867 cuando la república fue restaurada y México consolidó su soberanía ante el mundo. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El presidente Juárez, en la frase que lo hizo más famoso, señaló que había que respetar y defender a toda costa los derechos de los demás para de esa forma defender los nuestros. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En este momento todo parece indicar que Estados Unidos elegirá como presidente a un hombre que dedicó su campaña a agredir a nuestro país llamándonos ladrones y violadores. Ha prometido que en cuanto llegue al poder nos obligará a renegociar el Tratado de Libre Comercio, expulsará a millones de indocumentados y construirá un enorme muro en su frontera para evitar que regresen. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para México (y el resto del mundo) comienza una etapa muy dura, en la que nuestros valores e ideales serán puestos a prueba mientras la arrogancia, la ignorancia y la codicia se adueñan del gobierno más importante del planeta. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Muchas veces como historiador he visto que mis alumnos acuden a mis clases buscando saber sobre el pasado para entender el presente, y además buscan algo que todos los seres humanos necesitamos para seguir adelante en nuestras vidas: esperanza. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En momentos de incertidumbre, cuando no tenemos claro qué hay más adelante, es necesario ver hacia atrás para encontrar en los ejemplos del pasado la fuerza para avanzar. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El pasado también fue un presente lleno de incertidumbres y nuestros antecesores no perdieron la fe y siempre creyeron que saldrían adelante. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Somos una sociedad que no confía en su gobierno, que ve que la ley no es obedecida y que la corrupción nos ha inundado de tal forma que ya no nos concebimos sin ella. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todo eso nos hace vulnerables ante los enemigos internos y externos que aparecen en nuestro camino. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero si permanecemos unidos –como pidió el presidente Juárez en 1861- si confiamos en nuestras fortalezas y no nos dejamos vencer por el miedo o la desesperación, tendremos las armas que nos permitieron salir adelante hace 155 años cuando todo parecía perdido. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Les pido que confiemos en nosotros mismos, que no nos dejemos vencer por el miedo o la desesperación; que creamos que sí merecemos un futuro mejor y podemos alcanzarlo si trabajamos por él. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hemos pasado por etapas peores y salimos adelante. También saldremos de esta.</span><br />
<br />CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-8670596101761610402016-09-16T19:15:00.000-05:002016-09-16T19:15:01.634-05:00Las lecciones que nos dejó la revolución de independencia. <div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Miguel Hidalgo y la
Independencia nacional forman parte de uno de los episodios más conocidos de
nuestra historia; por lo menos si tomamos en cuenta la cantidad de gente que
sale cada noche del 15 de septiembre a divertirse y a gritarle vivas a este
país. Pero <b>este acontecimiento puede servirnos también para extraer
lecciones que nos servirían para mejorar al México de 2016.</b> Es cierto que las
circunstancias que vivía este territorio hace más de 200 años eran muy
distintas a las que tenemos ahora, pero también es verdad que muchas de esas características
se mantienen hasta el día de hoy y al final, <b>los seres humanos somos los
protagonistas de la historia; y nosotros no hemos cambiado mucho a pesar del
paso del tiempo</b>: seguimos apresados por nuestros miedos y nuestras pasiones. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Cuáles son entonces las
lecciones que hoy podemos aprender de nuestra revolución de independencia? Yo
considero que las más importantes son las siguientes: <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El
exterior siempre ha influido en nuestra historia:</span></b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> Si
bien recordamos la rebelión de Hidalgo como el punto de inicio de nuestra
revolución de independencia, en realidad el verdadero inicio ocurrió dos años
antes, en 1808. En ese año España fue invadida por las tropas de Napoleón
Bonaparte, quien pretendía extender su imperio por la península hispánica y las
colonias americanas. Cuando la Casa de Borbón (los gobernantes de España)
perdió la corona, en América comenzó una grave crisis política porque ya no
había un rey legítimo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El
dinero siempre es importante:</span></b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> Al inicio de la revolución
de independencia Nueva España tenía serios problemas económicos. Para algunos
autores como Carlos Marichal estaba de plano quebrada. Resulta que España a
través de una serie de reformas administrativas conocidas como Reformas
Borbónicas se dedicó a extraer capitales de sus colonias (especialmente de
México) para pagar sus gastos en Europa. Entre 1790 y 1820 la Corona extrajo de
Nueva España cerca de 250 millones de pesos en plata, más del 90% de la
producción total. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A esto hay que sumarle una
serie de nuevos impuestos y préstamos forzosos que afectaban especialmente a
los pequeños granjeros y a las comunidades indígenas. El enojo entre los
novohispanos era muy grande y también por eso una de las promesas de Hidalgo al
comenzar su rebelión fue que terminaría con todos esos tributos. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Una
sociedad dividida es muy débil:</span></b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> Nueva España no era una
nación; era parte de un imperio más grande y a su interior estaba dividida en
una serie de grupos raciales y económicos: españoles, criollos (americanos
hijos de españoles), indígenas y el enorme grupo de mestizos en el que también
había africanos y asiáticos. La Revolución de Independencia no fue entonces una
guerra entre mexicanos y españoles para empezar porque no existía todavía un
país llamado México. Para los novohispanos la patria era la Corona, pero no
había una identificación clara entre un habitante de las provincias internas
(hoy la zona norte de México), las intendencias del centro y la intendencia de
Mérida (hoy península de Yucatán). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Nunca
hay que ignorar a los símbolos y líderes populares: </span></b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Esa
sociedad dividida que no se identificaba como un solo país se unió por valores
y líderes comunes. La religión fue fundamental para lograrlo. La virgen de
Guadalupe se convirtió en el símbolo de los insurgentes y la de Los Remedios de
los realistas. A los insurgentes también los unió un mensaje de esperanza
(“dejaremos de pagar tributos”, “acabará la pobreza”, “la burocracia virreinal
dejará de explotarnos”) y a los realistas los unió el miedo al caos (“Hidalgo
quiere coronarse rey”, “matará a todos los leales a la Corona”, “es un traidor
justo cuando deberíamos defender a España del ataque de Napoleón”).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En esa revolución fueron muy
importantes los líderes del pueblo, y algunos de ellos fueron sacerdotes como
Hidalgo, Morelos y Santiago Matamoros; pero también hubo bandoleros como Chito
Villagrán, funcionarios como Miguel Domínguez y mujeres como Leona Vicario y
Josefa Ortiz de Domínguez. Hasta existió una sociedad secreta “Los Guadalupes”
formada por abogados y pequeños empresarios que con sus contactos en el
gobierno virreinal conseguían información y recursos para ayudar a Morelos a
seguir su lucha en el sur.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Las
revoluciones pueden tener diferentes proyectos políticos y terminar de forma
muy parecida a como empezaron:</span></b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> Hidalgo quería al principio
defender los derechos de Fernando VII y acabar con la opresión que sufrían
indígenas y criollos por parte de la burocracia virreinal. El cura Morelos
intentó independizar a Nueva España, convertirla en una república parlamentaria
y proteger a los más pobres. Iturbide por su parte decidió crear un imperio en
el que todos sus habitantes tuvieran los mismos derechos y fueran católicos.
Pero fue hasta 1824, a tres años de ocurrida la independencia, que este país se
convirtió en una república federal que comenzó un largo y difícil camino para asegurar
el bienestar de todos sus habitantes. Algo que a casi 200 años de la
consumación de la independencia todavía no hemos logrado. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ver nuestro pasado puede
darnos importantes lecciones para nuestro presente, y además eso sirve para que
lo vivido ayer vuelva a ser importante y tengamos claro de dónde venimos y
hacia dónde queremos ir. </span><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>Una última lección que nos deja la revolución de independencia:</b> por cada personaje histórico de existencia o comportamiento dudoso tenemos a miles de mexicanos oscuros pero muy valientes que no se acobardaron ante las circunstancias y lo dieron todo (en muchas ocasiones hasta sus vidas) para que este país mejorara. Todos ellos merecen, como dice nuestro himno nacional "un recuerdo de gloria y un sepulcro de honor"</span></span></div>
CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-87533590808882620032016-09-15T13:44:00.000-05:002016-09-15T13:46:02.500-05:00"Si todavía nos acobijamos por la patria..."<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><b>Serían las once de la noche, cuando a la muy dudosa claridad que nos rodeaba, percibí en la tropa cierta inquietud</b>, cierta separación de grupos, pero distantes, a la vista de los centinelas que sobresalían derechos e inmóviles como los pilares. Con extraordinaria precaución, embarrancándome en las cercas y con menos ruido que el rodar de una pluma por los suelos, <b>penetré hasta la recámara del señor Juárez y le dí parte de lo que observaba.</b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>El señor Juárez, vistiéndose y echándose sobre los hombros un capotillo con abertura para los brazos, y segunda capilla muy larga, me dijo -Ve, acércate y dame cuentas de lo que ocurra, sin despertar a nadie.</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Me dirigí, entonces, al más numeroso de los grupos, después de contestar al quién viva, y ví a los soldados rastreando por el suelo con un afán desusado.</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>-¿Qué es eso, muchachos, qué buscan?</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>-Miren -dijo un soldado-, aquí está el Güero -y los soldados me rodearon. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>-¡Oiga! -me dijo uno de ellos -, ¿pues qué no sabe ni el día en que viva?</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>-Pues ¿qué sucede?</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>-Que esta noche es el grito, señor, ¿qué nada le dice su corazón?</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>-<b>Cierto, hijo, 15 de septiembre -exclamé avergonzado de mi olvido. </b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>-Noche divina, Güero, la noche del Tata Cura; pero ya lo ve; por más que buscamos y rebuscamos, no hallamos ni una hebra de ramitas para una mala luminaria-</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>-Vamos a buscar- y los soldados renovaron sus diligencias.</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>-Bravo dolor...eso de dejar de celebrar el grito...</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><b>-Si todavía nos acobijamos por la patria.</b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Tienen razón... Y el sentimiento que animaba a aquellos soldados era tan enérgico y tan tierno que había conmovido a las piedras. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Ya comenzaban a arder con basuras, astillas y palos viejos, unas cuantas luminarias que soplaban algunos soldados en el suelo, enrojeciendo las llamas ojos y carrillos. Yo corrí a ver a Juárez, quien se impresionó profundamente, diciéndome: <b>-Coge todo el dinero que tenemos (ese todo cabía en el bolsillo de su chaleco), y dáselos para que celebren su grito los muchachos.</b> Porque Juárez, que tenía algo de marmóreo en su fisonomía, que era como glacial en los grandes conflictos, sentía profundamente, se apasionaba en lo más recóndito de sus entrañas, mejor dicho, era pasión sin estrépito, era como el sello de su conciencia y <b>el que lo conocía a fondo podía distinguir algo de rudo y agreste en ciertos momentos, iluminado por una suprema bondad. </b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Autorizado por Juárez corrí a ver a mis hijos, a Negrete y a Manuel G. y a Francisco Yépez; grité, alboroté y a poco cien luminarias ardían resplandecientes en el patio y los muchachos saltaban sobre las llamas, gritando vivas a la Independencia. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Negrete, con unos cuantos, puso cortinas en nuestros cuartos y multiplicó las luces; corrió luego y <b>exhumó del fondo de su baúl un sarape lindísimo que tenía la forma y los colores de la bandera nacional,</b> lo enarboló en un morillo, y nuestras familias y nuestros hijos formaron el víctor y el paseo cívico más original y más grandioso que pueda imaginarse. Y he dicho grandioso porque las circunstancias, la fe en la causa y el ejemplo del soldado que ostentaba su culto grandioso de la patria, hacían de aquella solemnidad un acontecimiento sublime y lleno de ternura para nuestros corazones. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Alguien, y no sé de dónde, proporcionó al concurso una tambora gigantesca que atronaba en el espacio, y un violín alharaquiento y tumultuoso que remedaba el alboroto en su desenfreno y la epilepsia en sus más desordenadas peripecias. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Juárez, por su parte, había reforzado una entelerida mesilla, fingiendo, con inspiración alrevesada de tapicero, una tribuna. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Rostros alegres, almas abiertas, muchachos preguntones, perros saltadores, empleados, mujeres, respirando júbilo, trémulos de emoción, se agolparon a la tribuna. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><b>Juárez, entre Iglesias y Lerdo, salieron a la ventana central en medio del frenesí,</b> del contento y las tempestades de vivas y aplausos, acompañadas de la tambora y del violín que hacían trizas todas las armonías imaginables. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Cuando menos los pensaba, me sentí arrebatado como por un torbellino, levantado en alto y colocado sobre la mesilla a guisa de un santo en andas; mientras unos me decían: ¡habla!, otros a mi alrededor gritaban: ¡Silencio!, ahora va a hablar el Güero, va a hablar el tío Guillermo. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Las circunstancias, el lugar, aquellas fisonomías tostadas por el sol, y en que reverberaba la llama sobre el borde negro de un volcán en erupción, aquellas tapias, aquellas mujeres, <b>aquellas montañas cercanas que imponían silencio a la entrada del desierto,</b> todo el conjunto me impresionaba, de modo que dejé hablar a mi alma como si algo extraño me poseyese y yo fuera el espectador y el auditorio de mi persona y mi palabra. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><b>-La patria- decía- es sentirnos dueños de nuestro cielo y de nuestros campos, de nuestras montañas y nuestros lagos,</b> es nuestra asimilación con el aire y con los luceros, ya nuestros; es que la tierra nos duela como carne y que el sol nos alumbre como si trajera en sus rayos nuestros nombres y el de nuestros padres; decir patria es decir amor y sentir el beso de nuestros hijos, la luz del alma de la mujer que dice "te amo..."</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><b>Y esa madre sufre y nos llama para que la libertemos de la infamia y de los ultrajes de extranjeros y traidores.</b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>La gente se agolpaba a la mesa que flotaba como barca en recia borrasca, salían gemidos roncos de los labios y se enjugaban copiosas lágrimas de los ojos. Los soldados ¡oh! los soldados estaban sublimes. <b>se les veía el orgullo de ser los vengadores de esa patria adorada, en sus exclamaciones vibraba la esperanza, los gritos...presagiaban victoria. </b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>El discurso se interrumpía, era diálogo, era alarido, era la expresión de lo que mi alma sentía y reflejaba, y como lluvia de estrellas creía ver que caían de mis labios las palabras al hablar de Hidalgo y de la Independencia.</i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>No sé cómo concluí, descendí en los brazos de Juárez, de Iglesias y de Lerdo, que me llenó de elogios. </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Aturdía la tambora, varios concurrentes dispararon sus armas, el violín se hacía rajas, los chicos hacían machincuepas, y <b>el júbilo tenía algo de imponente y de sublime en su conjunto, y por nuestra situación que no es fácil que ahora la transmita el recuerdo. </b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Rendidos de gozar y de sentir, se fueron alejando los concurrentes...Un grupo de soldados se apoderó del violinista y a guisa de serenata fue al frente de los balcones de Juárez a cantar "Los cangrejos", "Los monos verdes" y "La paloma"; a esta última canción le pusieron los trovadores bélicos unos versos que cantaban con tal cariño y con tal ternura, que no pudimos contener las lágrimas cuando lo escuchamos; y a mí me conmovieron más que ninguno de los poetas que admiro. Decían así: </i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><b>"Si a tu ventana llega un papelito,</b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><b>ábrelo con cuidado, que es de Benito;</b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><b>mira que te procura felicidá, </b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><b>mira que lo acompaña la libertá".</b></i></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Guillermo Prieto, "El Grito" de<i> Diario del Hogar, </i>1869.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><br /></i></span>CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-85983560626286275652016-09-06T23:05:00.002-05:002016-09-06T23:05:55.246-05:00Las tres crisis de José López Portillo y Enrique Peña Nieto<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En 1984 Francisco Gil Villegas, en ese entonces un joven académico de El Colegio de México escribió <a href="http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/227YYIB8TTJVBAY6PRTEBC5GLV6IIE.pdf">"La crisis de legitimidad en la última etapa del sexenio de José López Portillo"</a>. En ese artículo Gil Villegas reflexiona sobre los problemas que llevaron al catastrófico final de ese sexenio que transcurrió entre 1976 y 1982 y encuentra tres crisis que ocurrieron al mismo tiempo y ocasionaron un desastre histórico.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>La primera crisis, dice Gil Villegas, fue económica.</b> El excesivo gasto público más la caída de los precios del petróleo dejaron a México sin recursos no sólo para mantener su ritmo de crecimiento sino hasta para atender las necesidades básicas de su población.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>La siguiente crisis fue administrativa.</b> El gobierno de López Portillo no tenía capacidad para impedir que la economía se viniera abajo, además de que la corrupción estaba absorbiendo una parte importante de esos recursos.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>Y eso provocó la tercera crisis: la de legitimidad.</b> El gobierno de López Portillo perdió el apoyo y la lealtad de la iniciativa privada mexicana (que veía como se mantenía artificialmente el precio de nuestra moneda y por eso prefirió sacar sus capitales del país) mientras las clases medias y bajas sufrían por el aumento de precios que al final llevó a que el Estado mexicano tuviera que nacionalizar la banca y controlar el tipo de cambio. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todo eso ocurrió en la última etapa del sexenio de López Portillo, que Gil Villegas identifica alrededor de 1981 cuando la Reserva Federal de Estados Unidos subió sus tasas de interés y comenzó la caída de ese gobierno cuyo titular se definió como "la última esperanza de la Revolución Mexicana". </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A 34 años de esos acontecimientos México ha cambiado mucho. Sin embargo, <b>podemos aprender de ese pasado y más en estos momentos en los que el gobierno de Enrique Peña Nieto también está viviendo una serie de crisis que pueden ahondarse en esta última etapa de su sexenio. </b></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para empezar, <a href="http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/09/04/deuda-externa-aumento-8-8-en-primer-semestre-shcp">la deuda externa mexicana subió un 8.8% de enero a julio de este año, hasta llegar a los 177 mil 300 millones de dólares.</a> A pesar de que pueden señalarse razones externas para este endeudamiento, no pueden ignorarse las palabras del gobernador del Banco de México Agustín Carstens: <b>"El endeudamiento está llegando a los límites de lo razonable". </b></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como asegura Manuel Jauregui, columnista de Reforma: <b>"La economía mexicana está al borde de la recesión, la pobreza crece por la declinación del poder adquisitivo del salario y hay indicios de inflación".</b></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El siguiente punto tiene que ver con los problemas que ha tenido el gobierno de Enrique Peña Nieto para aplicar las reformas educativa y energética que presumió como las más importantes de su mandato. <b>A pesar de que, en entrevista con Carlos Marín, Peña Nieto aseguró que en treinta estados de la república ya se lleva a cabo la reforma educativa</b>, durante meses hemos visto a la CNTE actuar como si no hubiera alguien que pudiera contenerla. <b>La reforma energética, por su parte, no ha logrado que bajen los precios de la gasolina, </b>aunque el presidente Peña Nieto se justificó en su reciente "encuentro con los jóvenes del 2 de septiembre pasado asegurando que jamás prometió ese descenso y que <a href="http://www.sinembargo.mx/25-08-2016/3084269">mientras tanto el gas sí ha bajado de precio. </a></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>Pero el tercer punto es el más delicado. Es la crisis de legitimidad; de esa capacidad para gobernar gracias al apoyo y la lealtad de la sociedad. </b>En ese punto el gobierno de Peña Nieto ha ido de fracaso en fracaso: la corrupción está desatada a todos niveles del gobierno federal y a nivel estatal y municipal; territorios muy importantes del país siguen controlados por la delincuencia; <b>hay constantes violaciones a los derechos humanos;</b> y otra vez citando a Manuel Jáuregui: <b>la imagen presidencial está severamente erosionada.</b> Entre la Casa Blanca, el departamento de Miami, las disculpas por "ofrecer una percepción incorrecta" y ahora el vergonzoso escándalo con Donald J. Trump <b>el presidente Peña Nieto se percibe (ahora sí) cada vez más débil; justo en el momento en que el país necesita de una autoridad firme (y con legitimidad) para conducir al país en el final del sexenio, una etapa que debido al cambio de poderes forzosamente será conflictiva. </b></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La historia nunca se repite pero siempre se parece a sí misma porque sus personajes principales -los seres humanos- siempre están atados a sus miedos y pasiones. <b>El pasado a través de sus analogías nos sirve para entender el presente</b>. Ojalá en este caso eso nos sirva para que el sexenio de Enrique Peña Nieto no termine de una forma tan dramática como el de José López Portillo. </span><br />
<br />CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3956096051095106150.post-45537060096969787282016-08-30T00:01:00.000-05:002016-08-30T00:01:59.748-05:00Siempre en mi mente...<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Creo que nunca se los he contado pero yo tuve un tío muy querido que se dedicó al espectáculo. Mi tío Chava venía de una familia muy pobre con muy pocas oportunidades para salir adelante, pero él encontró muy pronto el camino que lo llevó a tener una vida muy rica en experiencias: la danza. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mi tío Chava fue bailarín en el Ballet Folclórico de México de Amalia Hernández, lo que le permitió conocer muchos países y a muchas personas interesantes. Al mismo tiempo trabajó en teatros y centros nocturnos junto a Manuel "El Loco" Valdés, Silvia Pinal, Lucía Mendez y Antonio Aguilar; en esa época dorada del espectáculo mexicano que se acabó en los años ochenta por la crisis económica, el crecimiento de la delincuencia y el terremoto que destruyó esta ciudad a mediados de esa década. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entre las muchas personas que conoció y con las que trabajó estaba por supuesto Alberto Aguilera Valadez. Todos lo conocemos como "Juan Gabriel", pero mi tío Chava (y los más cercanos al cantante) siempre lo llamaron por su nombre real. "Alberto" fue un amigo cercano de mi tío a principios de los años 70, cuando Juan Gabriel se estaba convirtiendo en uno de los cantantes más importantes de América Latina. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tal vez Alberto y Chava se hicieron buenos amigos porque los dos tuvieron una infancia difícil. Alberto nació en Michoacán en los años 50 pero su vida estuvo marcada por la frontera norte, la pobreza, la ausencia del padre y el descubrimiento de la música. Vendrían después los centros nocturnos en Ciudad Juárez, el encuentro con el gran José Alfredo Jiménez, la cárcel en Lecumberri y al final su ascenso a la fama cuando en 1971 grabó una canción claramente autobiográfica: <i>No tengo dinero</i>. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Juan Gabriel pertenece a esa generación de cantantes que contaron con la televisión para difundir sus canciones en un momento en el que en México y en América Latina el negocio de la música popular era controlado por una sola empresa: Televisa. Y sólo había un programa de televisión en todo el continente que podía asegurar el éxito (o condenar al fracaso) de quienes allí se presentaban: <i>Siempre en Domingo.</i> </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Fue gracias también a Raúl Velasco (un hombre a veces siniestro, muchas veces muy conservador, pero muy importante y que se merece que un historiador escriba su biografía) que Juan Gabriel, José José, Rocío Durcal, Camilo Sesto, Julio Iglesias, Luis Miguel, Pandora, Timbiriche y muchos otros se hicieron famosos en el mundo entero y que se formó un gusto musical en el público mexicano y latinoamericano que duró por lo menos hasta principios de este siglo. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La muerte de Raúl Velasco, el declive del negocio de la música y el crecimiento de Miami como nueva "capital" de la música popular en español terminaron con esa época, pero Juan Gabriel siguió adelante porque a pesar del enorme impulso que tuvo con la televisión no era un artista que dependiera de ella; para Juan Gabriel eran más importantes los teatros, las arenas, los estadios y los palenques. Allí se encontraba con su público, el que lo adoraba en todo momento y le perdonaba que el paso de los años fuera mermando su voz. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por supuesto que al hablar de Juan Gabriel es imprescindible señalar la homosexualidad; algo que él nunca reconoció ("Lo que se ve no se juzga", como le dijo al periodista Fernando del Rincón) pero siempre estuvo allí. Juan Gabriel es parte de esas figuras del siglo XX como Salvador Novo, Chabela Vargas y Carlos Monsiváis a quienes les tocó vivir en un México profundamente hipócrita, "macho", misógino y que asesinaba homosexuales porque le daba pánico (como ahora) reconocer que en su cultura también es homosexual. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero Juan Gabriel con sus canciones lograba que los machos se dieran la oportunidad de salir del closet aunque fuera un momento. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><a href="http://www.univision.com/noticias/opinion/san-juanga-que-estas-en-los-cielos">Dice Pedro Palou que con la muerte de Juan Gabriel México ha entrado definitivamente a la "posmexicanidad"</a>: se acabó esa época que comenzó en los sesenta en la que convivieron por última vez el México rural que venía de la Revolución Mexicana y al que le crearon una serie de mitos con las canciones rancheras interpretadas por Pedro Infante, Javier Solís, Cuco Sánchez y José Alfredo Jímenez; y el México urbano que era el orgullo de personajes como Miguel Alemán y Adolfo López Mateos, en el que el mambo, el rock y luego la balada setentera definieron el gusto musical de millones. Vivimos nuevos tiempos en la música popular mexicana, aunque no a todos nos agraden. Tal vez por eso siempre volveremos a Juan Gabriel. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Antes de morir, mi tío le pidió a mi mamá que si alguna vez tenía la oportunidad de hablar con Juan Gabriel le enviara sus saludos y le dijera que esperaba que se acordara de él. Mamá ya no pudo cumplir con ese encargo, pero espero que Chava y Alberto se hayan reencontrado pues tenían muchas cosas que platicar. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<br />CLIONÁUTICAhttp://www.blogger.com/profile/12176304782570006415noreply@blogger.com0